lunes, 31 de mayo de 2010

QUE PASTACHOTTA


Penne rigate. Nunca entendí la necesidad de ponerle a una pasta ese nombre. No tengo la menor idea qué quiere decir “penne”, ni me interesa, porque no pienso comer esa pasta, habiendo tantas otras de mejor sonido y pronunciación. Ya sé que “peNNe” no es “piTTo” ni “choTTa”. Pero no me gusta esa palabra. Yo tengo un conflicto con algunas palabras. Creo que no se los he dicho. Pero los que me conocen lo saben… No me gusta “zobacos”, ni “mercería”, ni “Barolo”, no tolero “sorongo” ni “zorongo”, me da risa la palabra “conicoide” y muchas otras más. Penne rigate no es una combinación de lo más feliz, para mí, y menos si se acompaña con salsa putanesca. Dejáte de joder… Putanesca! No pretendan explicaciones porque no las hay. Es parte de mi pelotudez idiomática. A lo sumo cuando alguien utiliza esas palabras digo “que palabra tan fea esa” y ya está, no jodo más que eso! Así que no me jodan ustedes ahora eh! Que por culpa de estas palabras, la gente pasa cada papelones!

Hace un par de días me llegó un correo a coleccionandoanecdotas@gmail.com de una tal Luly. Y me contó una historia. Luly es una chica top. Pero muy top. Educada en los mejores colegios y universidades de la capital, de la capital francesa, no les miento. Extremadamente correcta, fina, elegante. Vestida y calzada por las mejores marcas. Hermosa, peinada y maquillada como toda una reina.

Es raro que alguien me cuente una historia y se defina así, verdad? Pero cuando me dijo su nombre, no me quedaron dudas de que lo que estaba diciendo, era cierto, e incluso, por modestia me lo estaba minimizando. Juré y perjuré no revelar su nombre, y me asombra tremendamente que esta gente lea mi blog, pero bueno, el día que decidí escribir, no puse filtros a la alta alcurnia, así que acá estamos, contando una historia de una mina muy top, que por lo visto a pesar de tener tanto, también se aburre y sigue blogs (Ale, también sigue al piloto!).

Mátenme, pero no saldrá de mi boca quién fue la que me escribió.

Como les decía, Luly es una mina muy top. Vivió varios años en Paris, estudio psicología. Nunca necesitó trabajar, por ende ha estudiado toda su vida. Hizo un par de doctorados y asistió a cuanta conferencia de freudianos famosos disertaban por toda Europa. Víctima de una marcada deformación profesional, Luly te saludaba y en cinco minutos ya tenía tu perfil psicológico almacenado en su memoria (dice haber superado este vicio).

Cansada de estar lejos de su familia, aburrida ya de tanto estudiar, regresó a Buenos Aires con 30 años recién cumplidos. Había tenido algunos amores parisinos, pero ninguno de ellos prosperó lo suficiente como para retenerla. Y llegó a Buenos Aires, y en muy poco tiempo, abundaban los pretendientes que deseaban conquistarla.

Pero a Luly le gustó Joaquín. Hijo de un empresario millonario amigo de su padre, lo había conocido en una fiesta familiar de día entero. Fueron presentados, y rápidamente congeniaron. El joven, además de apuesto, era un “buen partido”, digno de una chica como Luly. Pasaron la tarde juntos, y llegado el final de la fiesta, Joaquín se fue, sin hacer ningún tipo de mención a un futuro encuentro. Y eso a Luly la enfureció. Había una cola de tipos muriendo por ella, pero al parecer, Joaquín no.

La indiferencia de Joaquín encaprichó tanto a Luly, que no tardó en conseguir el número telefónico del joven. Lo llamó y lo invitó a cenar. Joaquín aceptó. Fueron a un restaurante extremadamente romántico, extremadamente caro, de pastas y todo tipo de comida italiana, escondido en la zona más exclusiva del barrio de Luly. Velas, media luz. Música tranquila. Joaquín se comportaba como si fuera la primera vez que salía con una chica. Nervioso, tartamudeaba, se comía las uñas! Tropezó más de una vez con sus propios pasos! Y no podía mantener una conversación relajada.

Entonces el mozo les acercó una carta, les sirvió champagne gentileza de la casa, y se retiró para que la pareja escogiera sus platos. Visto el nerviosismo de Joaquín, Luly decidió ordenar los platos cuando el mozo regresara y así evitarle el tartamudeo y mal rato al joven.

Joaquín comería penne rigate a la putanezca, y Luly, malfatti de espinaca con salsa de finas hiervas.

Demás está decir que la elección del plato de Joaquín, combinado con su conducta inexplicablemente nerviosa, y agravado por el vicio profesional de Luly, no podía tener un final feliz. Entonces regresó el mozo y Luly se dispuso a ordenar:

Mozo: Los señores desean ordenar?

Luly: Si, por favor. Yo quisiera unos malfatti de espinaca con salsa de finas hierbas…

Mozo (mirando hacia Joaquín): Y el señor?

Entonces Luly se apuró a contestar:

Luly: Y el señor quiere un PETE a la PUTAÑERA.

Mozo (ROJO INCENDIO ATRAGANTADO de la risa): perdón? Un qué? a la qué???

Luly: ehhh perdón, perdón PENE! ehhh peNNe! PENNE RIGATE! Esa palabra es tan difícil! Es que yo hablo francés… putanesca…

Ya no había forma de arreglarla. A esa altura Joaquín no tartamudeaba más porque de la vergüenza había quedado mudo. Luly en menos de un minuto había expuesto claramente lo que Joaquín le sugería desde el día uno, cuando a diferencia de toda una colección de muchachitos ricachones pretendientes, el pibe no había atinado a invitarla a salir. Y el mozo? El mozo se retiró de inmediato, ahogado de la risa, bordó, descompuesto! a contarle a toda la cocina el acto fallido de la piba, tan coqueta con su fino acento parisino, que nunca más se atrevería a ordenar esa pasta famosa.

Es como yo digo, habiendo tantas otras pastas o comidas italianas de mejor sonido y pronunciación, con qué necesidad alguien pide PENNE? Eh? y a la PUTANESCA! No hacen falta tantos doctorados para terminar en esa libre asociación!!! No señor!

Luly, en esta te doy la derecha!

viernes, 28 de mayo de 2010

HOY SE ANIMO PAULA


Como les contaba la semana pasada, la gente se va animando, y sigue acercando anécdotas. Lo bien que hacen, sino, en un par de meses el blog se cierra! Tampoco es cuestión de abrir el negocio para seguir conociendo pastelitos, no, no, no! La idea no es tentar tamaña suerte! Además, recuerden que soy PIEDRA, y desde que me dijeron PIEDRA, ando con un miedo!!!

Paula estuvo un año en Zona Citas. Y mientras tuvo las ventanas de su negocio abiertas, pastelitos como los que yo encontré, tuvo miles. Con muchos no llegó a segunda cita, y con un par tuvo historias de dos o tres meses. Afortunadamente para Paula, antes de culminar su suscripción, apareció Luis, y hoy están felizmente casados. Motivo por el cual, los chicos están infinitamente agradecidos por haberse encontrado en ese sitio, son fans incondicionales y fervientes promotores de la modalidad e-dating. Pero como les decía, si bien Paula tuvo final feliz, también tuvo sus pastelitos. Y en particular uno, uno muy raro, que emprendió el típico viaje a la aldea de los abducidos.

El fulano se llamaba Esteban, era de zona sur, un tipo buenazo, dócil, sencillo. Era el típico pibe para presentarle a mamá. Todo comenzó bajo las reglas tradicionales del e-dating. Mensaje de contacto inicial, fotos, mails, chat, más chat, y cita. Paula ya estaba un poco cansada de los chascos que se había llevado y no fue con mucha expectativa a la cita, pero de entrada hubo match. Y el primer mes y medio fue a puro amor, según Paula, claro. Salían al cine, al teatro, pasaron todos los fines de semana juntos, durante la semana aprovechaban todos los descuentos de CLUB LA NACION, (si, si, hay mucha gente con esta tarjeta), empezaron SALSA juntos! Había mucha onda. Mucha química. Hacían todo juntos, y ellos dos solos, porque no necesitaban de nadie más para pasarla bien. Y ella estaba convencida que estaba todo bien. Esteban se veía contento, nunca hizo un reclamo o manifestó sentirse mal por algo. Pero al segundo mes de estar juntos, llegó la nave, y se lo llevó. Paula no volvió a saber nunca más nada de Esteban. No respondía mails, mensajes, celular. Nada. Había desaparecido, sin dar explicaciones, y al día siguiente de una noche romántica que pasaron a la luz de las velas.

A los 10 días, se festejaba Holloween. Paula recibió en su casa, de manos de un cartero con cara de sorprendido, una escoba con un moño rojo y una tarjeta, una tarjeta naranja con forma de calabaza, como las que caracterizan a ese festejo, y en el interior de la tarjeta decía:

Para vos BRUJA, mujer MALA! MUY MALA!

Paula jura y perjura que nunca fue mala con él. Y yo que conozco a Paula, estoy tan impresionada como ella de semejante regalito! Hay gente loca…..!!!!


QUE LE HABRA PASADO A ESTE???

ALGUNA IDEA???


miércoles, 26 de mayo de 2010

DE CARAS Y CARETAS


Bahía Blanca es una ciudad bastante particular. Su gente es, también, bastante particular. Tenemos hasta un lenguaje propio. Si vas a Bahía y te ofrecen “masitas”, no te asustes si te caen con Traviatas o las típicas Express. A mi, por ejemplo, en vez de “piedra” como me dijo Jerónimo (el que me aducía su mala suerte) allá me dirían “tocota”. En Bahía jugamos al “mono” (y no al “quemado” como juegan los porteños) y cuando jugamos a la escondida, decimos “partido”… qué es eso de piedra libre como dicen acá? También usamos celoplín (en lugar de cinta scotch) y chuflines para atarnos el pelo. En fin, así podríamos seguir un rato… hasta tenemos un diccionario bahiense…

http://100porcientoocio.com.ar/index.php?accion=detalle&idPost=7

Pero volviendo a la gente. Basta irte de Bahía un tiempo para darte cuenta que muchos bahienses viven pendientes del vecino. Y cuando se está en la edad del pavo, e incluso un poco más grande también, muchos bahienses mueren por ser los conchetos del boliche de moda. Ser caretas, como se dice allá, y que se hable de ellos. El bahiense tarjetero del boliche de moda es lo más top. Muchos ven al tarjetero como un ídolo de la farándula local. Y si tenés amigos por todos lados, sos súper! Y es “lo más” poder hablar en cuánto círculo social te movés de la gente que conocés. Es lógico… es una ciudad chica… y no hay mucho para hacer. Entonces la vida del vecino se vuelve interesante. Pero ojo, también hay cosas buenas, y no toda la gente es así.

Mis amigas y yo nunca pertenecimos a los círculos top. No fuimos tarjeteras. No teníamos amigos tarjeteros. No teníamos autos. Comprábamos pilchas de moda y las usábamos hasta el hartazgo, y con la ilusión de distraer, rotábamos los atuendos de sábado en sábado entre nosotras. Entonces el primer sábado yo me ponía el blazer negro con la remerita blanca, y al sábado siguiente se lo ponía Lola, luego se lo ponía Vero, y finalmente retornaba a mi placard, para ser usado el cuarto sábado con alguna otra remerita, quizá la roja de Vero o la verde de Lola.

A los 16 años estábamos las tres pegadas todo el tiempo y la vida del vecino no era lo que más nos importaba, sino los tres galancetes de los que estábamos PELOTUDAMENTE enamoradas. En particular Vero, que estaba loca por Alfonso, un pibe bastante cheto, que tarde o temprano la iba a llamar. Y eso era “lo más” para nosotras, estar pendientes de ese llamado, de las salidas de los sábados…

A decir verdad, para ninguna de las tres ser “caretas” era algo anhelado, al contrario, ser caretas era una reverenda idiotez, que no sabría decir si en aquella época era un sentimiento genuino, ó era simplemente envidia. De cualquier modo, ninguna deseaba ser careta, pero además, tampoco teníamos con qué serlo.

Por entonces la joda bahiense de los pibes de nuestra edad era encontrarse los sábados al medio día en Alsina, la peatonal Alsina. Allí ibas y conseguías las entradas con descuentos para el boliche de moda, Chocolate. En la “peato” se juntaban todos los tarjeteros… y todos los caretas de la ciudad. Con sus grandes jopos rubios y sus pilchas de marca. Sus leñadores lustrados… las medias hasta la rodilla. A la “peato” iba la gente de esa edad a figurar, a caretear, o como se decía tradicionalmente, iban a “hacer rostro”.

Nosotras no faltábamos un sólo sábado a la “peato” para conseguir nuestros descuentos y así poder ir al boliche, y ver a nuestros galancetes. Mi viejo, siempre tan preocupado por mi, no me largaba un mango para ir a bailar ni muerto! Lola siempre se mandaba alguna cagada y se peleaba con el viejo, y de orgullosa después no quería pedirle guita, y al viejo de Vero, Héctor, la guita no le sobraba. Así que ó conseguíamos descuentos, ó ese sábado no íbamos a bailar, opción impensable.

Un sábado a la mañana Vero sale corriendo de su casa porque estaba llegando al encuentro sabatino medio tarde, y antes de que cerrara la puerta de la casa, Héctor le grita “y si llama alguien preguntando por vos? qué le digo?” y Vero, que consideró un poco pelotuda la pregunta (porque convengamos que muchas opciones de respuesta no había… Vero estaba yendo al centro… si llamaba alguien, qué más se podría decir?) le respondió irónicamente “Si preguntan por mí deciles que estoy en Alsina haciendo rostro, viejo!!!” , cerró la puerta y se fue.

Vero no es de pensar antes de hablar. Recuerden la primera anécdota. Y esa vez tampoco pensó... Lo que Vero no pensó fue que podía llamar Alfonso. Lo que Vero no pensó fue que el viejo nunca había hecho rostro, ni sabía que era eso! Y quiso la suerte que ese día Alfonso tomara coraje y decidiera invitarla a bailar. Alfonso levantó el teléfono, y la llamó:

Alfonso: hola, está Vero?

Héctor: No, quién habla?

Alfonso: Alfonso, un amigo de Vero.

Héctor: La Vero no está, se fue a Alsina a hacer rostro. No sé pibe, esta piba mía me parece que anda en cosas raras… si la ves decile que se venga urgente pa’casa! y que ni se le ocurra tocarse el rostro! SE TOCA LA CARA Y LA MATO! De dónde piensa sacar la guita!!!

Cuando Vero llegó a la casa, preguntó si alguien había llamado. Y Héctor le dijo que sí, que había llamado un tal Alfonso.

Vero: y que te dijo?

Héctor: nada, quería hablar con vos.

Vero: y que le dijiste?

Héctor: que te habías ido a Alsina a hacer rostro. Decime una cosa Vero… en qué andás nena? En qué andas? No te querrás operar la cara vos verdad? Qué es eso de hacerse el rostro? Mirá que yo para pelotudeces no tengo un mango!

Vero: NAAAAAAAAAA PAPI, ME ESTAS JODIENDO! TE VOY A MATARRRR!!!! SOS PELOTUDOOO???? QUE LE DIJISTEEE???

Y así Héctor descubrió una nueva jerga bahiense, Vero supo que la ironía no era el fuerte de Héctor, y Alfonso no volvió a llamar. Directamente fue el sábado a Alsina y la encontró a Vero, comprando descuentos, mientras él definitivamente, sí hacía rostro.


ESTOS PIBES SALIERON A RECORRER LA ZONA DE BOLICHES DE BAHIA BLANCA, PERO NUNCA LLEGARON A CHOCOLATE!!

Y PORQUE LA "PEATO" ERA FUROR EN LA DECADA DE LOS 90, HASTA LE HAN DEDICADO UN GRUPO EN FACEBOOK!

PASEN Y PODRAN VER QUE NO MIENTO EN MI APRECIACION!!!




lunes, 24 de mayo de 2010

ENTRADA OBLIGADA


Desde las soleadas costas ticas, y habiendo dejado atrás las bellísimas costas cubanas, su ron y su son, les mando un beso enorme, festejen el bicentenario, y disfruten del feriado!

A mi me queda una semanita más de vacaciones! y aunque acá no es feriado, yo me rijo por el calendario gaucho, así que hoy no hay post carajo! solo entrada obligada.

Sugerencia: Por qué no aprovechan para contar alguna de sus anécdotas, eh? puede ser en la ventanita de comentarios del blog, o mejor aún, me tiran unas dos o tres líneas al correo oficial coleccionandoanecdotas@gmail.com

Por mi parte intentaré volver con historias interesantes, y con suerte, le damos un mes más de vida al blog!

viernes, 21 de mayo de 2010

LAMENTABLEMENTE, SE MERECE EL SEUDONIMO


Hay varias clases de abducidos. Empezar así me recordó una conversación vieja con una amiga que arrancaba “Hay varias clases de pelotudos”, pero bueno, esta es semana de abducidos, así que volvamos al eje. Como decía, hay varias clases de abducidos. Están los que se abducen a las semanas, algo así bien rapidito, como el pastelito del post del lunes. Están los que, como el del post del miércoles, se abducen después de 10 meses con una excusa superpelotuda (si, superpelotudatodojunto) al mejor estilo “no sos vos, soy yo”, “vos te merecés algo mejor”, “vos te merecés otra cosa”, “te amo pero necesito pensar”, “SOS MI PILAR” ó “no te quiero lastimar”. Estos son superpelotudos importantes que por lo general, luego de esa charla en la que te escupen esas frases, no aparecen jamás. Es una fija, el tipo no aparece más. Entre medio de estas dos clases de abducidos están los que desaparecen al mes y medio, dos meses aprox… cuando más o menos se empiezan a dar cuenta que la cosa viene en serio, que la mina no está solamente “viviendo el momento”. Estos son los famosos “salió huyendo”. Ahora, todos estos tienen, aunque en algunos casos pelotuda, una excusa. Los abducidos que no entiendo son los del tipo “Abducidos antes de empezar”, como los cataloga mi fiel seguidora Los 4400, cuyo seudónimo no es casual (quien no vio la serie, al menos googlee Los 4400 y sabrá de qué hablo).

Enero 2007, Los 4400 acababa de ser transferida de sector. Su nueva tarea en el Centro de Traumatología y Ortopedia Dr. Anito Traumado le permitía estar en contacto con gente nueva, entre ellos, un profesional de la medicina con quien debía cerrar un contrato, el Dr. Fulano de Tal, médico cirujano de cadera y rodilla. El primer contacto fue telefónico. Vos cautivante. Varonil. Sensual. Si bien se habló de los obligados temas laborales, hablaron con muy buena onda. Y una cosa llevó a la otra y terminaron en un chichoneo por demás interesante. De rápidas e ingeniosas respuestas, pintaba un tipo prometedor. Luego vía e-mail cerraron el contrato, solo quedaba la firma. El jueves a las 13hs, se iban a conocer.

Media hora antes llama para avisar que estaba demorado, atascado en la general paz. Atascado o no, el tipo no desperdició la ocasión para seguir con el chichoneo inicial. Cerraron la conversación con un “Andá a almorzar tranquila, que a las 15 hs. llego” – “no te preocupes, voy a comer un yogurt y una barrita de cereal”, dijo Los 4400, a lo que él simpáticamente contestó “no me digas que estás a dieta, no me gustan las mujeres que hacen dieta!”. Si algo faltaba que este tipo dijera para que Los 4400 se enamorara de él, aún cuando ni la cara le había visto, acababa de decirlo… Otra vez, esa enfermedad de las minas de enamorarnos de los comentarios mas insignificantes...

A las 15 hs, el Dr. Fulano había llegado. Revuelo tremendo por parte del personal femenino del 5to. piso, que también había quedado cautivado por el esculpido doctor. Era, dijo una secretaria, una obra de arte. Los 4400 si ya estaba enamorada, ahora que lo había visto, estaba en estado de shock dispuesta a decir que si a cualquier idiotez que propusiera Fulano.

Quiso la casualidad que esa misma noche, cerveza y pizza de por medio, mientras Los 4400 relataba a su amiga este encuentro, sonara su celular y en la pantallita del mismo dijera, PRIVADO, tal cual como sucedía cuando el Dr. Fulano se comunicaba. Qué hizo suponer que todos los PRIVADOS serían Dr. Fulano, sólo ella y su ansiedad lo saben. Atendió, y con vos de gatita le dijo “hola bombón, esperaba tu llamado” ¿? Conversaron, chichoneo otra vez, y como Los 4400 ya estaba experimentando el efecto desinhibidor del primer litro de cerveza, tomó coraje y lo invitó a unirse al bar. El Dr. Fulano dijo estar resfriado, que su voz no se oía bien por culpa de su malestar, y quedaron en postergar el encuentro.

Pasaron dos o tres días y PRIVADO volvió a destellar en el display de su celular. Hablaron algunos temas laborales, y sobre el final de la conversación, ella preguntó cortésmente, cómo se sentía. El Dr. Fulano dijo “muy bien, gracias” a lo que ella respondió “me alegro, cuando estés en perfectas condiciones, coordinamos otra cerveza”. El se quedó en silencio y cortaron.

Al día siguiente, PRIVADO otra vez. “Hola, cómo estás, mejor?” Él dijo que no, que aún estaba mal de la garganta. Pero que tenía ganas de verla. Y coordinaron la cita, viernes a las 23 hs. en un bar romántico, esos con velitas. Los 4400 llegó a horario, había una mesa reservada a su nombre, que fue quién propuso el lugar. Se sentó, ordenó un baylis, y esperó… esperó… y no había forma de llamar al Dr. Fulano porque nunca reparó en su número, siempre salía PRIVADO. Y al cabo de una hora se levantó y se fue.

El lunes el Dr. Fulano fue por un tema del contrato, y pidió hablar con Los 4400. Ella con cara de orto, sin dirigirle la mirada, y con la intriga e indignación del desplante del viernes, conteniendo la bronca en voz muy baja le dijo “qué pasó el viernes? Te esperé una hora… sos un imbécil, al menos me hubieras avisado, tuviste todo el fin de semana para disculparte también, y ahora estás acá con esa cara de póker que te juro, me dan ganas de boxearte…”

El chichoneo se había ido al carajo. El Dr. Fulano ciertamente no entendía nada porque jamás llamó a Los 4400, ni el día que ella lo invitó a sumarse a la pizza y cerveza, ni para proponerle una cita en el bar romántico. Quien estaba mal de la vos fue un tremendo pelotudo, enfermo y burlón, que aprovechó la situación y jamás apareció. Un abducido más que raro… sin catalogar. Ahora bien, el Dr. Fulano que no había tenido nada que ver, remontó el chichoneo y propuso enmendar el error del otro tremendo pelotudo invitándola a un lugar qué, según él, le iba a fascinar. Y como Los 4400 estaba embobada con este tipo, aceptó.

A las 20hs. del día siguiente hablaron por teléfono. En el display de su celular, ahora en lugar de PRIVADO salía Dr. Fulano de Tal. Él le dijo que en una hora salía de la guardia, iba a su casa y se encontraban en el restaurante (uno de esos caros por costanera sur) así no se hacía tan tarde. A Los 4400 le habría gustado más que pasara por ella, pero accedió igual, era tan lindo!!! Y ella tan moderna…

Llegó al restaurante, divino. Se sentó en una mesa que esta vez, su cita había reservado. Y esperó…. Esperó otra vez, una hora… lo llamó varias veces, envió mensajes. Y nada. Los 4400 pidió un taxi, y volvió a su casa. Al día siguiente Los 4400 viajó a Cataratas, y en pleno viaje le entró un mensaje del Dr. Fulano pidiendo disculpas. Sí sí, ni se dignó a llamar el reverendo PE LO TU DO!!! se había quedado dormido… Verso??? Y si era verso, por qué?

Prometió compensarla, quedaron en hablar a su regreso. Y a su regreso, una vez más, quedaron en ese restaurante, una vez más hizo la reserva él, y una vez más él no fue… Por mi parte, imagino que seguía de guardia, pero en la aldea de los abducidos… la de los abducidos antes de empezar! Y en particular, en el ala de los más boludos!

Esto sucedió allá por el 2007. Hace un par de meses el centro traumatológico se encontraba en plena reestructuración y necesitaba modificar el contrato con el Dr. Fulano de Tal, lo que requirió nuevamente coordinar las firmas y, por ende, contactarlo. Los 4400 decidió manejarse de manera profesional, como si nada hubiese pasado, todo por mail… entonces una vez más intercambiaron correos y una vez más llegó el día de la firma. La llamaron desde recepción avisándole que el Dr. Fulano la buscaba… Llegó a la recepción, lo buscaba con su mirada, pero no lo reconocía. De pronto él se acercó y la saludó… Los 4400 se encontró frente a un señor al que los últimos 3 años lo habían maltratado y mucho, ya no estaba tan esculpido… Una vez más fueron con el Director Dr. Anito Traumado para formalizar la firma, y cuando salieron ella lo acompañó cordialmente hasta la puerta. Mientras caminaban hacia la puerta, él, con su mejor cara de póker, esa que alguna vez puso cuando en verdad no tuvo culpa alguna, le dijo

“Qué te pasó que no me llamaste más?”


AH BUEEE!!! LA ESTABA BOLUDEANDO???

Con qué necesidad!!! Decime vos!!! Con qué necesidad!!!!?????

Cómo se puede ser tan fooorro!!!??? Por favor…

Qué alguien me explique cuál es el móvil de esta clase de tipos!!!


miércoles, 19 de mayo de 2010

SEMANA DE ABDUCIDOS II


No es joda esto de los abducidos. Perdón que insista con el tema, y dedique una semana de anécdotas a estos tipos, pero es algo que se ha hecho costumbre, al menos entre los de mi generación. Lo increíble, como decía el lunes, es la capacidad que tienen algunos para inventar esas frases tan pelotudas con las que tienen decidido emprender el viaje a la tierra de los abducidos. Esas frases que actúan como pasaporte de salida, o de escape mejor dicho. Uno siente ganas de matarlos. Y así les propinamos las mayores maldiciones, e imaginamos camiones pasándoles por encima, desde que inician esa frase pelotuda hasta que llega el bendito silencio. Al pedo todo, porque terminado el discurso se van a abducir igual y nunca más te van a preguntar cómo estás…

Cero huevo para ir de frente. Prefiero un NO TE QUIERO MÁS a un “vos te mereces algo mejor, necesito tiempo…” Y la verdad que si... después de escuchar las pavadas que dicen, coincido en que merezco algo mejor.

Pero si también sabemos que no van a aparecer más, qué necesidad tienen de mentir hasta el último momento eh? QUE NECESIDAD DE TANTO VERSO? Pensarán que así lastiman menos? les generará menos culpa? En fin… parece que hoy en día la honestidad no está de moda. Particularmente, yo prefiero que tu verdad sea un ladrillo a que me trates de boluda. Eso no se perdona.

Este tipo era un ciruja. Bueno un ciruja NO. O sí. Quién sabe. El punto que el ciruja me conquistó dulcemente. Al principio mucho compromiso, mucho pensamiento a largo plazo. Yo como soy más precavida no me enganchaba en esos delirios tan largoplacistas, pero los escuchaba. Y más de una vez, incluso hasta el último día, me sorprendía como alguien podía proyectar tanto.

Pero a pesar de esto, la relación no terminaba de consolidarse porque nunca nos dieron los tiempos, vivíamos a contratiempo. Y yo quería un tipo que esté, que no hubiera que reclamarle presencia, ni cariño, pero fundamentalmente, que esté. Y él no estaba. No estaba nunca. Y después de 10 meses, entre lágrimas y llantos, llegó el reclamo. Mi reclamo.

Quiso la ironía de la vida que terminado mi reclamo, y a la espera de una respuesta o un gesto de contención, la escena se revirtiera, y ese tipo que me miraba atónito sin entender lo que yo decía, rompiera en llanto cómo un niño. Entonces, conteniéndolo, secando mis lágrimas y sin yo ahora entender nada, pregunté qué le pasaba. Y así llegó, si si si, el discurso del futuro abducido… ese discurso que ya sabemos como empieza y cómo termina, y que nunca, pero nunca, vamos a entender.

No sé por qué me alejo así de vos. Sos la mujer de mi vida. Sos un pilar de mi vida, vos, mi vieja y mi viejo, mis tres pilares... Necesito pensar. No puedo seguir así...

Y desapareció. David Copperfield un poroto. SOS LA MUJER DE MI VIDA!!! Está trillada y es típica de un confundido. Pero… UN PILAR!!! UN PILAR NENE!!! Me pregunto, qué loco eso de ser un pilar en la vida de alguien. Pero sobre todo, qué loco que alguien sabiendo que sos un pilar te pegue un mazazo y te vuele de su vida. Además, siendo que éramos tres pilares, no se le cayó toda la vida ante la falta de uno? O al menos, imagino que le tambaleaba… No me digan que no! Para mi que estuvo haciendo equilibrio!!! Cómo mínimo!!! Que verso… mi’dió!!

Ahora digo, no es más fácil decir NO TE QUIERO MAS a inventar una novela de Migré que no se la cree ni Susanita? Tan pe lo tu da creés que soy??? Y así estamos: yo puente, yo piedra, yo pilar… qué siga el baile!!!


“NECESITO PENSAR...”

ANDÁ… DALE, PENSÁ… PENSÁ A VER

SI DESCUBRÍS LA TEORÍA INVERSA DE LA RELATIVIDAD… GILASTRUN!

Y MANDALE MIS SALUDOS A DAVID!!!


lunes, 17 de mayo de 2010

SEMANA DE ABDUCIDOS I


Confieso que mientras estuvo el negocio abierto me abduje un par de veces, y la verdad, no me gustó nada. No siervo para eso. Pero cuando esto sucedió fue porque me resultaba menos difícil abducirme que dar explicaciones… Digo, si después de una primera cita no vuelvo a aparecer… y bueno… creo que está todo dicho. Si no me interesa volver a verte, qué te puedo decir? “sos macanudo pero no sentí la chispa” – ni que fuéramos bujías – “me caes muy bien pero no creo que haya química” – estudiemos física entonces – “un gusto conocerte pero no me gustás” – una patada en los huevos – “un gusto conocerte pero quizá se nos de en otra vida” – loca esotérica – “me encantó conocerte pero este no es mi momento” – entonces para qué estás en el negocio! – en fin, desde mi punto de vista, no hay mensajito ni mail que suene bien… porque desde ya, llamar para comunicar esto, ni borracha!

Y mujeres, convengamos que a los tipos les tiene que pasar lo mismo. Sin embargo hay minas que se enroscan y piensan que el fulano perdió el celular, y con el su agenda de contactos, o creen que se les rompió el aparatito, o se lo robaron, es más, creen que el tipo tuvo un accidente y quedó imposibilitado para comunicarse… creen tantas cosas con tal de justificar el envío del próximo mensaje de textos… mensaje que una vez más el tipo no contestará y confirmará que no está interesado. Lo concreto es que ese tipo no tiene que dar explicaciones. Creo que no tiene la obligación de hacerlo. Podría, si quisiera, decir algo, pero todo sonaría mal. Creo que en estos casos las palabras están demás, y que estos tipos no entran en ninguna categoría de abducidos.

Para pertenecer a una categoría de abducido, el tipo, o la mina, debe haber superado la primera cita. Además, la gracia del abducido estará en su poder de inventiva, que saldrá a la luz minutos antes de esfumarse, es decir, tiene que haber dicho alguna frase exquisita, que actúa de boleto sin retorno a las tierras de la gente abducidos.

Mar2008 fue el primer pastelito de match.com, fue el primer contacto cibernauta. A decir verdad, no pasamos por todas las reglas del e-dating, o sí, pero las pasamos todas en muy pocas horas. Simplemente recibí un mensaje, ese mismo día chateamos varias horas, después del chat hablamos por teléfono y al otro día nos encontramos en una librería. Si ya sé, re nerds.

El fulano pintaba de lo más prometedor. En su perfil, la frase que lo representaba (un campo de los tantos que se deben llenar) decía “Con muchas ganas de comenzar una relación”. Igual profesión que la mía, incursionaba en la docencia de vez en cuando por placer, igual que yo. Leía varios diarios al día y varios libros al mismo tiempo, igual que yo. Fanático del helado y del buen comer. Tarjeta Freddo. Tarjeta Club La Nación. Zapatillas locas. En fin, varias coincidencias.

Prácticamente teníamos un régimen de visitas y de contacto. Nos veíamos una vez durante la semana, y los sábados. Además, había mensaje de textos diariamente, iniciando el mensajeo diario un día cada uno. Ahora que lo escribo, que estructurados!!! Como diría una profesora que tuve en la universidad: rígidos economistas! Así funcionaba esa especie de relación que se iba gestando con Mar2008. Y así funcionó, sin el mínimo cambio, durante casi 5 semanas. Todo pintaba muy bien.

Un sábado quise innovar y cuando nos estábamos despidiendo, le pregunté si tenía ganas de vernos al otro día, domingo. Y ME DIJO QUE SI. Por lo tanto, quedamos que lo llamaba al medio día para ver que hacíamos.

Al medio día lo llamé al celular. Apagado. Lo llamé al fijo. Nada. Lo llamé otra vez al celular. Apagado. Le mandé mensaje. No hubo respuesta. Y lo llamé un par de veces más. Y nada. Y ahí se me cruzaron todas esas mismas ideas que a esas minas de las que hablé en el segundo párrafo. Y cómo casualmente días atrás andaba medio mal de salud, también lo imaginé internado, e imaginé que le habían robado el celular o que se le había roto… en fin. Me resultaba tan raro… porque si no quería verme, al menos podría haber respondido el mensaje con alguna excusa y listo. Pero ni eso.

El lunes me llega un mensaje “Perdoname. Ayer me levanté medio bajón. Fui a lo de mis viejos a almorzar y volví peor. Apagué todos los teléfonos y me acosté a dormir. Me tildé de la angustia” y otro que agregaba “La cosa no es con vos. Con vos estoy bien. No pienses cosas feas. Me seguís queriendo?”

Bueno la frase “me tildé de la angustia” desató un PE LO TU DO de entrada, y varias cosas más que fueron interrumpidas por la lectura del segundo mensaje, en particular por la pregunta “Me seguís queriendo?”. Todo bien, tildate, destellá luces, dormite, internate, pero qué te cuesta contestar “no puedo ir”.

Y ESA PREGUNTA DE SI LO SEGUÍA QUERIENDO??????? Qué momento. Jamás se había hablado del tema. Yo realmente la pasaba bien pero de ahí a QUERERLO, mmmm no sé, todavía no me pasaba algo tan fuerte. Un cariñito, ok. Pero hasta ahí llegamos. De todos modos me dije, aprovechá esta ocasión, tirale un “claro que te sigo queriendo”… y así lo hice, y avancé 5 casilleros del juego de la oca.

Miércoles manda otro mensaje “Sigo tildado, pero con vos todo bien, no hay nada en discusión”. El viernes lo llamo, y no me contesta. A los minutos manda un mensaje “Me vine solo a Cañuelas, a ver si me pongo mejorcito, cuando vuelvo te llamo.”

Demás está decir que no llamó más. SE QUEDÓ TILDADO. En realidad creo que por Cañuelas pasó la nave, y finalmente se lo llevó. Yo me pregunto, y les pregunto… con qué necesidad un tipo es tan pajero!? Porque incluso supongamos que es verdad, y estás deprimido y te invade la depresión, con qué necesidad seguís creando falsas expectativas en el otro? Definitivamente este pibe tenía muchas ganas de empezar una relación, tal cual su perfil lo indicaba, de lo que no tenía muchas ganas era de hacer de esa relación algo duradero!


http://www.youtube.com/watch?v=7lC7CIl-2X8



viernes, 14 de mayo de 2010

NO TODOS SON ADOLFO


Sí, sí, el negocio todavía sigue cerrado. Y la sucursal también. Algunos ya me preguntaron por qué. Es que se generaban muchas ansiedades. Expectativas. Desilusiones. Preguntas. Esos días veía pasar mi vida como un electrocardiograma. Tenía miedo que en cualquier momento el corazón explotara. Citas, guiños, mensajes, blog, expectativas, trabajo, amigos, familia, más citas, guiños, expectativas, ilusiones, mensajes, chat, mail, familia, familia, un poco más de familia, un poco más de trabajo, amigos, por suerte siempre amigos. No me resultaba fácil, no. No era fácil abducirse. No era fácil enfrentar cada cita. Repasar el CV de la vida una y otra vez. No, no. La verdad que no. No era fácil aceptar las reglas del juego, la frivolidad, la frialdad con la que se descarta a la gente y sobre todo, las dudas que te genera: y si es un buen tipo? y si vale la pena conocerlo? Con todas estas sensibilidades, y particularmente con ese par de dudas, era presa fácil de cualquier cita. Y así fue como conocí a un polista. Y después de ahí, bajé las persianas.

Rodolfo me manda un mail que, para ser primer mail, era largo, tan largo que ni lo leí. Su perfil en Match.com no tenía fotos, sin embargo estaba bastante completo. Un tipo de 38 años, 1.80 m, de Cañuelas, profesional, de sagitario, que le gustaba jugar al tenis pero sobre todas las cosas, amante del polo. Coincidíamos en el tipo de comida, en el gusto por viajar y sus libros y películas favoritas estaban aprobados.

El hecho de no tener foto, no me convencía, por eso tampoco había leído el mail. Pero Andy, que al estar conmigo 8 horas diarias chequeaba todos mis guiños y mensajes recibidos, y me asesoraba en la evaluación de los perfiles, dijo: “es polista… que sabés vos de polo, Vasca? Conoceeeeelo… si no te gusta, al menos algo vas a aprender! A ver, leamos el mail”

Leímos el mail. Como les decía, era un mail largo. Excelentemente escrito. El tipo había escrito bastante sobre su personalidad, sus gustos, su búsqueda. Hacía un par de años que estaba buscando pareja a través de la página. La parte intrigante del mail era el párrafo dedicado a su familia. Hablaba de un primo Adolfo al que admiraba, con el que jugaba polo todo el tiempo que podían, que estaba casado con una diosa. Según él, sus primos siempre habían sido personajes sobresalientes, y su hermano y él, habían sido un poco relegados por sus abuelos y tíos, ya que toda la atención la acaparaban Adolfo y sus hermanos. Yo soy un tipo simple, decía el mail. Y vivo a la sombra de los famosos de mi familia. Las mujeres no se fijan realmente en mí, sino en mi apellido.

Terminado el mail, y habiéndonos cruzado varias miradas con Andy, miradas que traslucían todo lo que nuestra imaginación estaba fabricando, todo lo que nuestro cholulismo estaba hilvanando, pegamos un grito al unísono:

Vasca/Andy: Es el primo de Adolfo Cambiasoooooooo!!!

Andy: Vasca, tenés que conocerlo!

Vasca: pero no tiene foto….

Andy: Porque es famoso NENAAA! Por eso, para preservarse… es un quemo si alguien lo saca! Adolfo lo mata!

Vasca: y si es muy feo… Y si tiene problemitas… hace dos años está en la página…

Andy: no seas prejuiciosa!

Vasca: y vos no seas cholula!!!

Andy: no perdés nada (me hacía la cabeza Andy). Te tomas un café y ves que onda. Mirá si realmente vive a la sombra de la fama de la familia, y por eso no consigue pareja… por sus inseguridades…

Vasca: y… que poco amor propio entonces… un inseguro… no sé si me gusta eso… va, no me gusta eso!

Andy: y si conocés a Adolfooooooooo y a María Vásquez!!!! Jajaja!!! Que familia!!! Top top top! Y aprendés un poco de polo, vos que te googleas todo! Dale! Un aporte más a tu cultura general!

Vasca: no sé…no sé… seguro es un cuco.

Andy: y qué le vas a decir? Que no lo querés conocer porque seguramente es feo, o porque es de familia famosa? Y te parece que dos años en ZC es mucho tiempo, entonces creés que tiene “problemitas”, o que no te va que viva a la sombra de Adolfo. Yo vivo al rayo del sol por Adolfo!!! Mirá el mail que te escribió… algo tenés que contestarle! por educación aunque sea!

Y entonces, cómo último recurso, la muy turra me tiró las preguntas punzantes:

Andy: y si es un buen tipo? Y si vale la pena conocerlo?

Vasca: qué te parió… qué te parió eh! Ok. Le contesto.

Y así establecimos contacto. Intercambiamos algunos otros mails. Yo le conté un poco de mi vida y él se remitía a hacer preguntas. Me pasó algunas fotos, aunque ninguna estaba de cerca, y a lo lejos no se veía tan mal. Estaba, en todas, vestido de polista. La verdad no me animé a preguntar respecto de su parentesco con Adolfo. Por otro lado, se caía de maduro. Cuando incorporamos el chat, más de una vez comentaba que había pasado el día jugando polo o con los caballos. Y si podía darse el gusto de pasar días de semana al divino pedo con caballos o corriendo detrás de una bocha, era porque mucha necesidad de laburar no tenía. Por ende, familia de plata... Si a eso le sumamos que su MSN era rodocambi2008, no había dudas que “cambi ASO” era su apellido. No se si estaba preparada para conocer a un tipo tan top. Pero que podía ser divertido, no había dudas. Y ya me había quedado con las ganas de conocer a Marcelo! No daba perderme la oportunidad de conocer a Rodolfo Cambiaso!!!

Quedamos en encontrarnos un viernes, tipo 20 hs, en un bar de Cañitas bastante top. La verdad dudé en ir. Si era primo del Adolfo famoso, qué podía yo tener que ver con ese ambiente? Absolutamente nada. Si era pura fantasía de Andy y mía… a ver cuál de las dos más PE LO TU DA! Pero ya le había dicho que iba… y fui.

El tipo estaba parado en la puerta del bar. Con UN RAMO DE ROSAS en la mano. Digresión: nunca me gustó la idea de tener que caminar con una rosa en la mano, menos con un ramo. Me da vergüenza. Muchísima vergüenza. El otro día alguien me regaló un par de rosas pero dijo que como buen caballero, él las llevaría. Y ahí me di cuenta que mi problema con las flores es que me da demasiada vergüenza llevarlas, porque esas dos rosas llegaron a mi casa, sanas y salvas, y aún las conservo con cariño.

Me acerqué, lo saludé, me dio el ramo y me dijo “Este soy yo”, mirando las rosas. Cual novela venezolana, empalagoso la puta madre!!! Muy bien. Este sos vos... Un desubicado que se aparece en una primera cita con un ramo de rosas sin saber si me gustan o no! Yo sólo pensaba: por qué no un chocolate? Eh? cómo escondo un ramo ahora EH? Porque una flor la escondés con la campera… pero un ramo? Lo meto en la cartera? No da…. Bueno, después vería que hacer con el ramo.

Superado el trauma del ramo, miré al tipo. No había un rayo de sol, pero él tenía lentes oscuros. A decir verdad, se los debería haber dejado, porque desde el momento que se los sacó no pude volver a mirarlo a los ojos nunca más. Tenía un ojo azul. Azul, morado, negro, rojo y amarillo. Todo hinchado. El domingo le habían dado un bochazo justo en el ojo! Pero como eso no era suficiente para desfigurarlo, le faltaban (lo juro) dos dientes. Ahí nomás entendí por qué no me había enviado fotos de cerca, sonriendo! Dos dientes le faltaban, tenía un ojo en compota, y mi abuelo parecía más joven que él.

Pensé que los dientes se los podrían haber bajado con el bochazo. Entonces sutilmente le pregunté si había tenido alguna otra consecuencia, además del ojo morado. Y me dijo que no. Que sólo le había golpeado el ojo. Por lo tanto, nos faltaban los dientitos porque sí. Realmente, entre las flores, el ojo, y los dientes, pretender un flechazo era algo mágico. Fue la primera vez, de todas las citas a ciegas que tuve, que realmente sentí ganas de irme corriendo. Si era el primo de Cambiaso, ya no interesaba ni como anécdota cholula. Pero no me podía ir. Recién llegaba. Así que nos sentamos, e iniciamos la charla.

Mantenerle la mirada fue sumamente difícil. Charlamos de todo un poco, y hasta debo confesar que aprendí bastante de polo. Era un tipo simpático pero no me gustaba. Ya se estaba cumpliendo la hora y media de cita, y yo no podía volverme sin saber qué parentesco tenía con Adolfo Cambiaso. Y así lancé la pregunta, y así, al cabo de unos segundos de escuchar su respuesta, deseé haberme tragado la lengua, haberme quedado sólo con el nuevo conocimiento adquirido, y por su puesto, DESEE PROFUNDAMENTE MATAR A ANDY!

Vasca: cuál es tu apellido?

Rodo: Cambirela

Vasca: Cambiiii RELA? no es Cambi ASO?

Rodo: no jajaja! Entraste vos también…!

Vasca: entré? Perdón? a dónde?

Rodo: el primer mail… es una estrategia para ganar primeras citas! Si pongo fotos, las mujeres no me aceptan una cita porque evidentemente no les gusto. Si no pongo fotos, la única manera de ganar una primera cita es induciéndolas a pensar que soy un personaje importante, y no quiero quemarme. Soy un tipo feo, ya lo se. Pero soy bueno, y simpático… me la juego así… quizá alguna vez a alguien le resulte gracioso y llego a segunda cita… vos que pensás?

Vasca: ehhhh mmmm pienso que esto es un poco cruel… para vos sobre todo… y también es mentira lo del polo?

Rodo: no no no, juego polo desde los 15 años. Me vas a dar tu celu, así te llamo?

Vasca: no, no me gusta dar mi celu… te llamo yo mejor.

Y me abduje por última vez. Me fui con el ramo de rosas, gigante, más grande creo no había! Llamé a Andy, la invité a tomar una cerveza, la puteé un poquito y le enchufé el ramo de rosas mientras caminábamos por todo Palermo. Y así fue como conocí a un polista. Que nada tenía que ver con Adolfo!

ENCUENTRA LAS 15 COINCIDENCIAS

miércoles, 12 de mayo de 2010

PITUFO DORMILON, PARTE II: SU CASA Y SU CAMA


Después de un año del “Chau amiga”, nos volvimos a ver. Otro cumpleaños había pasado. Y reanudado el histeriqueo, volvimos a salir a cenar los cuatro. Todas las veces que salimos los cuatro, viajábamos en el auto las mujeres atrás y los hombres adelante. Bien machista. En el regreso de esta cena, misteriosamente, Peter se sentó atrás conmigo. Habíamos ido a cenar a zona norte, con lo cual el regreso a capital, a mi casa en particular, nos tomaría su tiempo.

Y de no creer, de pronto, Peter se apoya en mi hombro, y me toma la mano. A LA MIERDA! Ahora si que se pone bueno! Qué ingenua…

Los chicos miraban por el espejo retrovisor, y creo yo que nunca antes vieron escena más boluda, ni en el jardín de infantes se es tan naif. Llegamos a casa, bajamos y Peter me saluda en la vereda, con un abrazo fraternal. NO ME TIRO NI UN PICO! Bueno pero algo se había animado! Digamos que para ese perfil, su avance era hasta promiscuo!

Durante los días siguientes hubo algo de chat, yo viajé por trabajo y me ausenté de la ciudad, seguimos muy espaciado con el chat, y nunca se dijo nada de lo sucedido en el auto. Pasaron tres meses, llegó el cumpleaños de la esposa de mi amigo, y nos volvimos a ver. Y esa vez sí, esa noche me cansé de tanta vuelta y ME LO CHAPE yo! y a la mierda! Qué podía perder!? Y se prendió! Gracia’adió!

Que el pibe tenía sus tiempos, ya no me quedaban dudas, y que esos tiempos eran lentos, menos que menos. Pasados unos 20 días, coordinamos para vernos nuevamente. Y 15 días más tarde, nos vimos por segunda y última vez. Yo sé que soy ansiosa y que esto de no entender y encapricharme no está muy bien, pero convengamos que un tipo con estos tiempos, algo no estaba diciendo. Yo necesitaba que pusiéramos las cartas sobre la mesa y me dijera qué carajo quería. Y me encargué de averiguar. Y ante mi inocente pregunta ¿cómo se supone que sigue esto?, Peter dijo:

“Mirá… yo en estos momentos no quiero compromiso con nadie… hace poco que me mudé y quiero disfrutar de mi casa solo, de mi cama grande… no quiero vivir con nadie… no es que la pase mal con vos o no tenga ganas de verte, de hecho hay veces que me siento solo y tengo ganas de estar con alguien, y bueno entonces aparezco...”

Si siguió hablando, ya no lo escuché. Como no soy partidaria de la violencia, y tengo menos poder de reacción que una babosa, se salvó que le embocara los cinco dedos de mi mano derecha, porque toda esa ira la descargaba en mi imaginación mientras el idiota seguía hablando!

Nunca voy a entender ese pánico de los pibes que se creen que las minas andamos con una libreta de casamiento en la cartera, con el espacio para el nombre del futuro fulano esposo en blanco, listas y atentas para rellenar dicho espacio con el nombre y apellido del primer zopenco que se nos cruce…


Pedazo de PE LO TU DO! Llamá a un 0800 la próxima vez que te sientas solo!

Y quedate tranquilo con tu casa nueva,

y con tu cama grande!

GILUN!

Quién te dijo que me quería mudar con vos!

HISTERICO!

DORMILON!