miércoles, 30 de junio de 2010

MAMADERA, MAMÁ DHERA


A riesgo de ganarme la antipatía de muchas madres, va este post. Y si… digo ganarme la antipatía de muchas madres porque en el banquillo de los acusados hoy tenemos a una de esas madres que desde que han tenido su primer hijo han olvidado que además de pañales, caquita chirla, partos, puntos, hemorroides y pezones agrietados, existen un sin fin de temas más agradables de conversación, en particular para quienes aún no han tenido la experiencia de ser padres.

Entiendo la inevitabilidad del caso en madres primerizas, pero para todo hay un límite! No te pido hacer de cuenta que esos temas no existen, más si son el centro de tu vida… pero por qué mejor no hablar un ratito de cada cosa! Hablamos de la caquita un rato y otro rato de mi trabajo? O de mi novio? de mi perro? Por qué no de alguna noticia interesante, eh? Qué te parece? Cierto que ya ni las noticias podés ver… pero no importa, aprovechamos y yo te las cuento! y perdoname la insistencia, te pido por favor que no monopolices la charla con esos temas si entre los participantes de la conversación existen hombres y mujeres que poco tienen que ver con la experiencia de tener hijos… LOS ESPANTAS CUANDO RELATAS EL ULTIMO VOMITO DEL GORDITO! HACE FALTA ESE NIVEL DE DETALLE? Y AL QUE LE GUSTA DORMIR O TENER LA CASA ORDENADA, LE QUITAS LA MINIMA GANA DE TENER UN PIBE! POR MÁS QUE SEA ASÍ, NO SEAS TAN GUACHA CHE! PARECE QUE SE LO CONTARAS A PROPÓSITO! DEJALO EXPERIMENTAR SOLO!!! En fin… quién aún no sea padre, y tenga amigos con niños, sabe de qué hablo, y sé que Leandro me da la razón.

Leandro tiene 32 años, es soltero, economista, trabaja de 9 a 18 en una hermosa oficina, hace deporte casi todos los días, vive en Palermo y busca enamorarse. La mujer de sus sueños puede ser soltera, divorciada, de Boca, de River, alta, baja, rubia, morocha, de zona sur, o zona norte… Leandro no tiene muchas pretensiones. Eso sí, quiere conocer a alguien que aún no tenga hijos. Y así lo remarca en su perfil de ZonaCitas. Y ese requisito es el único realmente importante cuando “filtra” a las chicas con las cuáles salir. Lo cual no me parece mal, lo entiendo. El quiere vivir la experiencia de tener su primogénito con alguien novato como él, por más que cada hijo sea una experiencia en sí misma, inigualable e inolvidable, él quiere ser el padre del primer hijo de su mujer y que sea una experiencia compartida la de ser padres por primera vez.

Y así, filtrando en ZonaCitas, contactó a Dhera. Que además de muy bonita, era separada y sin hijos. Intercambiaron varios mails antes de conocerse. Ella hablaba de su trabajo, de sus viajes y su familia. Le escribía sobre sus dos hermanas, casadas y con niños, y mucho sobre Camilo, el sobrino menor, que era su ahijado. También le contó cómo fue que conoció a su ex, con el que no había llegado a casarse, y por qué se había separado luego de convivir dos años. Hablaron por teléfono alguna vez, se mensajearon yendo a dormir… en fin. Lo habitual, hasta que se conocieron personalmente, café de por medio.

La primera salida estuvo bien, hablaron sobre varios temas hasta que Dhera monopolizó la charla contando anécdotas de Camilo. Al principio las anécdotas sonaban divertidas. Siempre son divertidas las ocurrencias de los chicos, y éste era un pequeñito de poco más de dos años que parecía ser muy gracioso. Pero después de escuchar a Dhera por más de una hora hablando del niño, Leandro se agotó, y sugirió salir a caminar un poco. Y aprovechó para sacar otro tema… y lo que luego se transformaría en una pesadilla, esa noche por suerte (o no), allí quedó.

En la segunda salida pasó algo parecido. Camilo vomitaba mucho de bebé. Tenía reflujo. La caquita siempre chirla. La hermana de Dhera había sufrido mucho en el parto. Le quedaron unas cuantas hemorroides y los puntos se le infectaron. En fin… esos temas tan entretenidos… Y habiéndola escuchado decir cincuenta veces Camilo, la interrumpió. Y pasaron a otro tema. Salieron un par de veces más y la fascinación de Dhera por Camilo siempre estaba presente.

Sacando el temita Camilo, Dhera era una mujer agradable. Tanto que Leandro había decidido ir despacio. Sobre todo en lo sexual, porque algo había dicho ella que le sugirió que no iba a ser un chica fácil (de llevar al catre). Pero como realmente le interesaba, eso por el momento podía esperar. De todos modos había algo que le llamaba la atención a Leandro… que le hacía ruido… y eran las complicaciones y excusas absurdas que ponía Dhera cada vez que le proponía salir. Era muy difícil coordinar con ella, por lo cual terminaban viéndose con menor frecuencia que la que hubiera preferido él.

Una noche fueron a cenar. Leandro había elegido un lugar muy romántico, y pensó que ya había pasado el tiempo suficiente como para haberse ganado la confianza de Dhera, invitarla a su casa y que ella acepte. Y así fue. Después del rutinario discurso sobre Camilo, él tomó la palabra, con los huevos bastante hinchados ya… y le propuso ir a tomar un café, mirar una peli, y si estaba de acuerdo, se quedaba a dormir, sino la llevaría a su casa. Y Dhera aceptó la propuesta entera.

Fueron a la casa de Leandro, preparó el café, puso una peli y el ambiente se fue tornando muy romántico… y caliente. Del living pasaron a la habitación. Leandro suavemente desvistió a Dhera, se quitó la ropa él, la acarició toda, la besó… en la boca, en el cuello… hasta llegar a sus pechos. Y sintió un gustito un poco extraño cuando jugueteó con ellos… pero siguió. De pronto Dhera se puso nerviosa, lo detuvo… se sentó y confesó:

D: Hay algo que no te dije… Camilo no es mi ahijado… es mi hijito… no te lo dije antes porque no sabía si ibas a ser un buen padre para él. Pero bueno, es momento de que lo sepas… además me duelen un poco los pechos con tus mimos. Todavía lo amamanto y si succionas mucho me sale leche… quizá si lo hicieras un poco más suave…

Leandro, ATONITO, no sabía a qué pensamiento darle espacio primero. Se había chupado unas gotas de leche materna! La mina tenía un hijo! Que con más de dos años todavía tomaba la teta! Encima le estaba buscando un padre! Le había mentido como a un idiota! Y le estaba diciendo cómo chuparle una goma a una mina!!! Se le bajó la pija en menos de un segundo, OBVIO. Y encima Dhera tuvo el tupé de continuar:

D: Qué pasó, ya sé… te sorprendí? Pero por qué se te bajo? Bueeeenoooo le pasa a todo el mundooooo… es normal… vení, acercate que te la mimo…

L: LA REPUTA MADRE QUE TE PARIO!

“ACERCATE QUE TE LA MIMO” DHERA, NI CON UN GANCHO LE PARAS LA PIJA A UN TIPO SI LE DAS SEMEJANTE NOTICIA!!! (Perdón mami, pero esta mina me saca!) Ya le tenías los huevos llenos con Camilo, que hasta entonces había sido tu ahijado. Me imagino cuando cayó en la cuenta de que Camilo era tu hijo! NO ME EXTRAÑARIA QUE A ESA ALTURA LEANDRO LO ODIARA!

Al menos podrías haberle evitado la pesadilla de hablar siempre de lo mismo! Y de esos temas!!! Dhera, sos una madre pesadilla víctima de pañales, caquita chirla, partos, puntos, hemorroides y pezones agrietados… la próxima vez hablale de otra cosa a un tipo! Encima, YA PASARON DOS AÑOS, querida…!

Posta, hay minas pelotudas, qué lo parió! Pobre flaco… primero me dio asquito que se mamara la leche, y después bronca la mina! Yo no sé como terminó esto porque hasta ahí llegó su mail, hasta la puteada de Leandro.

LEANDRO, terminá vos! cómo la sacaste de tu casa? la volviste a ver? Imagino que no… Dale, con el mismo seudónimo, dejanos el final en los comentarios por favor!!!



PARA TU CEREBRO AGRIETADO…
PERDON! PERDON! PEZON AGRIETADO!

lunes, 28 de junio de 2010

MUNDIAL!!!


Presencié el comienzo de esta historia un año atrás. Hasta ahora nunca había podido contarla porque le faltaba remate… le faltaba ese toque necesario para pasar a la categoría “anécdota”. Y ahora apareció ese toque, y cuando lleguen casi al final del cuento coincidirán conmigo en qué flor de toque fue el que apareció!

Patricio Reynald es un tipo de 38 años, nació en el vecino país trasandino, y se mudó con su familia a Alemania a los tres años de edad. Es fotógrafo profesional. Su tema es el futbol. Patricio va por la vida sacando fotos en canchas de futbol, intentando reflejar la cultura futbolera de cada país. Entonces se vino a Argentina, y se pasó varios meses acá, yendo a partidos, conociendo a famosos barra bravas, en fin, rescatando la esencia del hincha local.

Mariana conoció a Patricio en un after office del Club Europeo. Patricio parecía ser una especie de latin lover, aunque un poco retraído y contenido para los standards de este hemisferio… provocado posiblemente por algún tipo de alemanismo inculcado en su infancia. Conversaron toda la noche e intercambiaron mails. Del mail pasaron al chat, del chat al Facebook… pero en esta primera etapa de la historia, nunca salieron. Y vale la pena aclarar que durante todo ese tiempo la comunicación consistía en hablar de la vida, de nuevas fotografías, del señor Rafael Di Zeo, de política. Siempre muy ameno e interesante. Patricio nunca le tiró los galgos a Mariana, pero tampoco la trataba como a una amiga. No le hablaba de parejas, no le hablaba de salidas… no le hablaba de ciertas cosas que un tipo sí conversa con amigas.

Al mes regresó a Alemania y mientras estaba allá, el contacto seguía del mismo modo, aunque más espaciado. Y hace tres meses volvió nuevamente a nuestro país. Y como se imaginarán, el contacto se volvió más cotidiano. Un día Patricio tomó la iniciativa e invitó a Mariana a salir. Hacía mucho que no se veían, en realidad sólo se habían visto una vez, así que pasaron largas horas conversando. Él contándole sobre sus últimos viajes, y Mariana sobre sus nuevos trabajos. Pasaron como cuatro horas y Patricio empezó a sentirse un poco mal, entonces emprendieron la vuelta a sus casas, por separado.

La semana siguiente salieron una vez más. La cita fue en una pizzería. Y todo seguía igual. Conversaciones prolongadas. Todo muy divertido, pero ninguna insinuación de ningún tipo. Después fueron a un bar y siguieron con cerveza, alemana. Y parece que a Patricio le cayó un poco mal. Pidió disculpas y sugirió concluir con la salida porque no se sentía bien.

Mariana desconcertada, qué carajo le iba a decir? Quizá Mariana no le cerraba del todo y él la invitaba a salir para ver qué le pasaba con ella realmente, si le gustaba, o no. Lo cierto es que si Patricio solo la pasaba bien y buscaba una amiga en Mariana… por los temas que conversaban tampoco daba esa impresión. Y así ella decidió no contactarlo más para ver como seguía esto. A la siguiente semana Patricio apareció. Hicieron planes para salir otra vez. Nuevamente la pasaron muy bien. Nuevamente Patricio se sintió mal y cada uno volvió a su casa… por separado. Misma historia durante tres semanas… hasta que llegamos a la última semana del fotógrafo en Argentina.

Todavía sin un solo galgo corriendo detrás suyo, y sin entender mucho por qué Patricio semanalmente la invitaba a salir y nunca pasaba nada, Mariana recibió un mail cuyo subject decía “asado despedida”. El la había incluido en una lista de gente a la que estaba invitando a un asado para despedirse, ya que se volvía a Alemania. Y Mariana fue.

Eran 8 varones y tres chicas, de las cuales 2 eran las novias de dos de los varones. El asado lo hizo un Sueco, y la casa era de una de las chicas, sueca también. Había un par de barra bravas, un par de artesanos, otro fotógrafo y el resto, músicos. Rápidamente la integraron al grupo. Toda gente muy agradable.

Uno de los artesano, profesor de arte también, a altas horas de la noche, cuando ya el alcohol parecía haberle hecho efecto, dijo alegremente “che Reynald, que bajón volver ahora a Munich… con tu novia… encima que la vas a dejar… y vas a tener que dormir toda la semana en el sillón del living, porque no creo que te de asilo en su cama hasta que te liberen tu departamento de Berlín, verdad? Ante este comentario hubo dos miradas que se cruzaron… ya se imaginan las de quiénes. Pero Mariana tampoco tenía mucho que reclamar… de todos modos el aire se puso tenso.

La cerveza siguió girando, y siendo que era día de semana, la cosa ya no daba para mucho más. Entonces Mariana saludó a todos, y se fue. Patricio la acompañó para abrirle la puerta de abajo. Salieron del ascensor. Llegaron a la puerta de entrada del edificio. La abrió. El pasó primero y bajó un escalón. Mariana quedó en el escalón de arriba, y cuando se van a despedir, intentando ella dar el siguiente paso para bajar al siguiente escalón, EL LA AGARRO CON SUS DOS MANOS DEL ORTO, le dio un beso EN LA MEJILLA y todavía con sus manos aferradas al culo de Mariana le dijo: que suerte que viniste, espero la hayas pasado bien. La soltó. Entró solo. Subió. Y desapareció!

Mariana todavía no entiende como ELLA NO LE PARTIO LA BOCA DE UN BESO ahí mismo. Lejos de eso, se había quedado dura con su pensamiento en el orto. Literalmente!

REFLEXIONEMOS. Se me vienen a la mente tantas cosas que no me puedo ordenar en el texto. Supongamos que el pibe todas y cada una de las veces que salieron se descompuso (conciente o inconcientemente) porque prefería resolver el final de la noche de ese modo a tener que quedar como un gilastrun porque no la invitaba a garchar, si, a garchar Mami! Qué carajo van a hacer después de tantas salidas, después de percibir que había onda de ambos lados…! Y supongamos que no quería garchar porque le pesaba la conciencia dado que su novia estaba allá, en Munich, novia a la cual iba a dejar pero que todavía no había dejado. Respeto y comparto la lealtad a su pareja, pero digo, no se mandó la cagada igual, no fue desleal de todos modos al salir con Mariana tantas veces aunque no haya pasado nada? En su conciencia sabía que Mariana le gustaba… no jodamos! Sería como pretender hacer una distinción entre deslealtad material e intelectual… Pero bueno, supongamos que hasta acá no están de acuerdo conmigo y el tipo siguió respetando a su novia porque solo salieron a cenar y nunca pasó nada, ok. El día del asado SE LE FUE EL RESPETO AL CARAJO CUANDO SE PRENDIO DEL ORTO! O NO? O me van a decir que tampoco fue nada eso? Como esos tipos que cuando están garchando a la orden de “ponete un preservativo” contestan “te parece… dejame solo la puntita y después me lo pongo”, como si la puntita no perteneciera a tu pija! Justamente pelotudo! La puntita es el problema! Ponete un forro o rajá de acá!

Pero además, en qué carajo estaba pensando que se prendió del orrrrto? Me imagino la situación, y conociendo físicamente a Mariana, no puedo dejar de reírme. El pibe me ha dejado desconcertadísima, aunque debo admitir, y que me disculpe mi amiga, que fue no solo original sino muy cómico! Pero la cosa no terminó acá.

Al día siguiente se vuelven a cruzar en el chat, y a continuación del “hola, qué tal?” Patricio escribió: “anoche se me fue la mano involuntariamente, espero no te haya molestado” – Excelente!!! SI campeón, se te fue la mano, totalmente! Totalmente involuntaria! Porque si hubiera sido algo pensado, también la hubiese besado! O no? Qué tipo raro! Pero no queda ahí tampoco el asunto… esta vez tenemos un final de novela!

Ese día se volvieron a ver. Fueron por una cerveza, y a las once de la noche, Patricio acompañó al taxi a Mariana. Se despidieron obviamente con un beso en la mejilla (no se ilusionen noveleros!) y tomados de la mano, ella se subió al coche, él la iba soltando de a poquito, y mirándola tiernamente le dijo “la próxima…” y ella contestó “si…”

Me muero de amor! No sé que le pasaba a Patricio, pero me muero de amor! Para el mundial de Brasil vuelve, alguien se anima a apostar el final?



COMO DICE EL GALLEGO: A TOMAR POR CULO!


viernes, 25 de junio de 2010

OFFSIDE


Como es la vida de jodida no? Que lo parió! La gente no se encuentra… es muy difícil eso de matchear con una media naranja… y sino vean la anécdota de hoy, que dicho sea de paso, debería ir la historia de Mariana, pero apareció Yohani con un cuento en alusión al post anterior y la sustituyó. El viernes, Mariana!

Yohani es un muchacho santiagueño, que llegó a Buenos Aires hace un par de años atrás. Un tipo muy tranquilo. Trabajador de oficina, odia visceralmente el futbol y es fanático del golf. Sumamente educado y formal. Jamás encararía a una señorita del modo que lo hizo la bestia del día viernes pasado. Que abre las puertas a las damas, que se fija en el detalle de dejar a la mujer caminar del lado de la pared cuando van juntos por la calle, que lleva las bolsas, los abrigos, que corre la silla para que la dama se siente y paga la cuenta sí o sí, caso contrario se ofende. Algunos dirán que es un boludo, otros un ermitaño, otros dirán que es un pollerudo, o dirán que es un machista… pero digan lo que digan, él es así y así es como se siente cómodo. Su mujer ideal es una chica tranquila, discreta, elegante… su mujer ideal es una chica Prêt-à-porter.

En julio del año pasado, su amigo Exequiel se casó en San Juan e hizo tremenda fiesta. Elegancia y glamour por donde se la mirara. Mujeres de brillo y vestidos largos, señores de smoking. Champagne. Toda la noche champagne. Yohani estaba un poco perdido entre los invitados porque Exequiel era un amigo de la infancia que se había mudado de provincia. Y también estaba perdida Natalia, que había sido vecina del novio y ahora vivía en Capital Federal.

Como suele suceder en todos los casamientos, está la mesa del rejunte, donde van a parar todos los invitados “Yohanis” y “Natalias” que estarán sueltos en la fiesta… y que todos esperan se enamoren para garantizar en uno o dos años otra fiesta y más champagne. Y así Yohani conoció a Natalia, ambos hermosamente vestidos, ella divinamente peinada. Hablaron de trabajo, de la amistad con Exequiel, de cómo es vivir en Buenos Aires… y cuando Yohani habló de golf, Natalia se limitó a escuchar. Entonces Yohani pensó que quizá a ella no le gustaban los deportes, y cambió de tema.

Entre charla y charla el champagne seguía corriendo. Y cuando llegó el carnaval carioca, la alegría era más que brasilera, y Natalia lo besó. Yohani, que alcohol no le faltaba, al principio reculó pero a los cinco segundos también se prendió. Terminado el casamiento y habiendo intercambiado mails, se saludaron y quedaron en que al regresar a Buenos Aires se volverían a ver.

El siguiente fin de semana coordinaron para verse. Yohani hizo una reserva en un restaurante muy elegante, pero a último momento Natalia lo llamó, cambió el plan y lo invitó a su casa.

Cuando llegó, se encontró con una chica que nada tenía que ver con la Natalia que conoció. Yohani no sabe aún qué le hizo pensar que Natalia fuera una chica Prêt-à-porter. Ella estaba de joggineta, con la camiseta de boca, una bufanda bostera, botines y polainas al tono. Había comprado una pizza, estaba tomándose un porroncito Quilmes, y en su TV se transmitía un partido de Boca a un volumen imposible de tolerar! Esa noche Boca ganó, y Natalia, que había estado abstraída en el partido hasta el último minuto, gritó y festejó hasta que se cansó. Cuando paró de saltar, reparó en que Yohani estaba ahí, a su lado, mirando absorto el espectáculo. No el de Boca, sino el de ella. Entonces reaccionó, o re accionó, se quitó la ropa, se tiró encima de Yohani y le propuso festejar el triunfo bostero con otro “gol”. Tenía ropa interior Xeneize, un tatuaje del Diego en la espalda y otro chiquito de Palermo en el pecho, ahí en el corazón. Yohani no avanzó, cortésmente se la sacó de encima, y se fue.

Yohani coincide conmigo en que quizá Natalia era una excelente mina y él la dejó pasar. Pero no comparte su pasión…, lejos de eso, la detesta…

“la flaca es así, cómo y por qué pretenderla cambiar? Y yo jamás me podría adaptar… seguramente hubiese sido un eterno motivo de discusión… pero fundamentalmente, no me seduce una chica así…con esa chica no… vos entendés…“

Es cierto, Natalia lejos estaba de su soñada chica Prêt-à-porter. Insisto, que jodida es la vida… La gente no se encuentra… dónde estará Natalia…



NATALIA: SOS LA CHICA DE LOS SUEÑOS DE PAOLO!!!


miércoles, 23 de junio de 2010

PELOTAZO EN CONTRA


Y por qué no sumarnos a este espíritu mundialista y dedicar una semana a anécdotas con algún tinte futbolero... así es, por una cosa o por otra, esta semana habrá futbol de por medio. Comenzaremos dándole protagonismo a un pastelito femenino, para que después la hinchada masculina no diga que este es un blog feminista.

Paolo llegó al blog hace rato. Un par de semanas atrás, indignado de tanta queja femenina, me propuso enviar su anécdota para defender al género masculino si a cambio le revelaba la verdadera identidad de Luly. Y obviamente, acepté. Eso es negociar! No como otros que han tratado de averiguarlo a cambio de nada! O a cambio de un “y qué querés?”. Actitud muchachos, actitud! Yo soy una mina interesada!

Paolo tiene 32 años. Su nombre se debe al jugador italiano del cual estaba enamorada su madre en el mundial del 78. Hijo de madre y padre futboleros, nieto de abuelo futbolista y sobrino de tío juez de línea, forma parte de una familia que no concibe un domingo sin ir a la cancha. Fanático del club Boca Junior, vive a tan solo 3 cuadras de la Bombonera. Padres, abuelos, hijos, tíos, primos, sobrinos, la familia entera vive por La Boca. Y como manda la tradición de esa gran familia, los partidos que Boca juega de local los presencian todos juntos en la tribuna.

Paolo dice que la mujer de su vida, sí o sí, tiene que ser futbolera. El es muy sincero respecto a este tema cuando conoce a alguien, y lo primero que hace es hablarle de su pasión por el futbol y, en particular, por Boca. Así, de entrada, marca la cancha…

“Los domingos son sagrados. Si estoy sano, voy a la cancha. Mis hijos serán de Boca. Veremos los partidos en familia cuando Boca juegue de local, y vos deberías acompañarme ese día la cancha para no romper la tradición familiar. Que es una cábala, y aunque no funcione siempre, es una alegría juntarnos todos… tiene su folklore... a mi me encanta…”

Si la mina sigue para adelante dada esta declaración, ya es cuestión de la mina. Tiene que ser una pasión compartida. Y está muy bien. Paolo sabe lo que quiere, podremos estar de acuerdo o no en su pasión, podremos estar de acuerdo o no en su pretensión, podrá parecer muy exigente… o no, pero lo que no se puede discutir es que él sabe qué espera de una mujer, el sabe que no negocia sus domingos y hace saber perfectamente a la mujer que recién conoce, por las dudas, que en esas cosas no piensa ceder...

“No me interesa si te gusta usar pollera o pantalones. Si sabés o no cocinar tampoco es problema, porque yo te cocino cuantas veces quieras. No te gusta limpiar? le pagamos a alguien. No querés trabajar? Yo trabajo el doble. Querés 5 hijos, tenemos 5 que me encantaría, por cierto… No tengo ninguna otra pretensión más allá de compartir la pasión por el futbol y por Boca… soy un tipo simple.”

Por eso se la pasa en la cancha y en los blogs y redes de fanáticos. Porque sabe que no es muy fácil dar con esa mujer. Y así llegó a este blog… de blog en blog… ATENCIÓN: quizá a alguna chica futbolera y bostera seguidora del blog le interese la propuesta de Paolo… sería un golazo!

Paolo conoció a Rosina en el cumpleaños de Andrés. Terminadas las presentaciones, saludos y demás formalidades, comenzaron a conversar. Y en cuanto pudo, notando que podría haber algo de onda, derivó la conversación hacia el tema que ya todos sabemos. Y Rosina no se tomó muy enserio todo lo que escuchó… debe haber pensado que Paolo exageraba, o peor aún, que esto del futbol era pasajero y que con el tiempo se le podría pasar. Entonces hubo primera cita, y segunda también. Llegó el fin de semana y Paolo invitó a Rosina a la cancha. Ella nunca había presenciado un partido en vivo y en directo, así que aceptó.

“Está bien, nunca fue a la cancha… pero… no se imaginó que a la cancha no podés ir con tacos aguja de 20 cm, vas a estar incómoda con ese calzado, mujer…. Escote hasta el ombligo y maquillada como una india? Obviamente que le iban a mirar las tetas! En qué cabeza cabe enojarte porque me coma una hamburguesa? Qué voy a comer en la cancha? Un pato asado con puré de calabaza? Obvio que me pongo la camiseta de Boca! Cómo vas a pretender que me ponga una camisita Levi’s, por más pituca que sea… y zapatillas, más vale que voy a la cancha de zapatillas, viejo! La flaca pretendía que usara botas porque son más elegantes… ah, y me pidió si podía bajar la tribuna hasta algún kiosquito para comprarle alfajores de marca! DE MARCA me pidió! Loca! Claramente la pasión por el futbol se la había olvidado en la casa, o me había mentido como a un pibe de pecho.”

Terminó el partido y la cara de orto de Rosina se veía desde la hinchada contraria. Pero a los 10 minutos se le pasó. Y habrá pensado que Paolo nunca más la invitaría a la cancha, que con esa experiencia bastaría, y la relación podría continuar su rumbo sin ella tener que volver a pisar nuevamente el campo de juego, y así el futbol seguiría siendo una pasión de Paolo y nada más. Vaya uno a saber qué carajo pensó Rosina. Cuestión que preguntó a Paolo si en la semana tenía ganas de ir al cine. Paolo sorprendido, dijo que sí, y decidió darle una oportunidad más... A ver si en un nuevo partido entendía la onda y se copaba.

Error, Paolo. Error. VOS TAMBIEN VISTE LA LUZ Y TE HICISTE EL DISTRAIDO. Fueron al cine un jueves, y el domingo, como Dios manda, fueron a la cancha. Pero esta vez Rosina se comportó un poco mejor. Y Paolo proyectó… Sacó la cuenta y si la cosa seguía así, le convenía hacerla socia de Boca… porque invitarla a cada partido costaría una fortuna. Y cuando jugaran de local, se le iba a complicar aún más.

El tercer domingo volvieron a la cancha y llevó como regalo sorpresa para Rosina el formulario de afiliación, y cuando terminó el partido, saltando de alegría por la victoria Xeneize, Paolo abrasó a Rosina, sacó el formulario y con mucha dulzura le dijo “solo tenés que firmar, bombón!”

“Me dijo que firmaba en la semana, que lo tenía que pensar? Y no la volví a ver nunca más. Desapareció, se abdujo. Se la llevó la nave como vos decís. No respondió llamados, mensajes, mails… no la ví más.”

Claramente Rosina no era futbolera… claramente Rosina no escuchó a Paolo, y claramente Paolo tiene razón…

“Yo marqué la cancha de entrada… qué se pensó? Que estaba jodiendo? Para qué aceptó ir a la cancha conmigo? No la entiendo… después las minas se quejan… si hacés un planteo claro, pareciera ser que no te creen. Si las chamuyas son más felices pero después te putean… ni ellas saben que quieren… sería de River la forra?”

Y si era de River, además de forra y gallina, era una infiltrada! Menos mal que desapareció sino la iban a sacar con las patitas pa’lante de la tribuna bostera!!! Da gracia a’dió nene!!! Que si no la mataban ellos, tarde o temprano la matabas vos… ó tus viejos!


SI FUERAS DE RIVER…


viernes, 18 de junio de 2010

SI TE LLEVAS LA CAMA CHUCHI, DEJAME EL COLCHON!


Pedro tiene 32 años, es maestro mayor de obra, y todo lo que tiene lo logró, literalmente, con el sudor de su frente. Es de esas personas muy posesivas y celosas de sus cosas. No me gusta prestar mis cosas…, confiesa. Trabaja todo el día y prácticamente no le queda tiempo para nada. Menos para andar de boliche en boliche conociendo señoritas. Entonces depositó sus esperanzas en Match.com.

Buscando… buscando… dio con Susan. Le envió un guiño y así comenzó todo. De entrada Susan se comportó como una chica difícil, pero como suele suceder, el hecho de ser una chica difícil a Pedro le atrajo aún más.

Tuvieron su primera cita y todo marchó de maravillas. Conversaron mientras cenaban, después caminaron… se podría decir que hubo match. Pedro llevó a Susan a su casa, como buen caballero, y quedaron en verse en un par de días. Esa noche Pedro regresó a su casa y por más que dio vuelta todo, no logró encontrar sus gafas de sol. Juraba que estaban en el auto, pero ahí tampoco las encontraba.

Salieron un par de veces más y todo marchaba divinamente bien. En la cuarta salida, Pedro quiso poner un CD de U2 mientras paseaban, pero misteriosamente tampoco lo encontró. No estaba en su lugar, ni en ningún otro más.

Siguieron saliendo y siguieron faltando cosas menores: chiclets, la gamuza del auto… EL PINITO PERFUMERO! Pedro llevaba todas las semanas el auto a lavar, porque en la obra quedaba imposible, entonces culpaba a los muchachos que lavaban su auto, e iba cambiando semanalmente de lavadero.

Pasó un mes y Susan aceptó por primera vez ir a la casa de Pedro. Hasta entonces sus encuentros consistían en pasear en auto o recorrer bares y restaurantes porteños. Ella necesitaba conocerlo más para invitarlo a su propia casa, o para entrar a la de él.

A los días de la primera visita, Pedro notó que faltaba un cenicero de su casa. Asombrado, no podía imaginar a la señora que cada 15 días le limpiaba la casa llevándoselo. La mujer, en cinco años, jamás había tocado algo. Por alguna razón, hasta ahora no había sospechado de Susan, pero la ausencia de aquel cenicero fue tan rara que comenzó a sospechar. No obstante, la relación entre ellos seguía afianzándose, lentamente porque ella no abandonaba su postura de chica difícil, pero lo cierto es que a su velocidad, la relación avanzaba.

En la segunda visita no faltó nada. Entonces Pedro se tranquilizó y como se imaginarán, nuevamente la invitó. En la tercera visita faltó un shampoo. Sorprendidísimo y obstinadamente incrédulo de la verdad que se le manifestaba en sus propias narices, la invitó una vez más y se quedó sin el control remoto del televisor.

Decidió hablar con Susa porque realmente, la cosa no daba para más. La llamó y le adelantó algo por teléfono. Quedaron en verse al día siguiente en un bar, porque Pedro indignado ya no quería perder ninguna otra cosa más. Pero Susan no fue a la cita. Amargadísimo, desilusionado, volvió a su casa y resolvió ahogar su pena con una buena cena. Panza llena… corazón contento!

Se pasó media hora culo para arriba buscando la puta olla Essen. Buscó y dio vueltas absolutamente todos los estantes de su bajo mesada, de su alacena, busco en los lugares más insólitos. Pero la paellera no apareció. Y entonces recordó esa segunda visita en la que no faltó nada, pero que Susan se fue de su casa con un bolso que para ser de mano parecía pesar demasiado. Y entonces cayó… y cuentan los vecinos que desde el piso de abajo se escuchó

AH NOOOOOO!!! LA ESSEN NO LOQUITA!!! QUE TE PARIOOOOO!!!

Furioso, se subió a su auto, y se fue directo a la casa de Susan. Llegó, tocó timbre, y ahí estaba Susan, con su sonrisa de bienvenida.

S: Pedro! Que sorpresa! Pasá. Ayer se me complicó tanto…ahora te cuento, pasá, pasá que estoy cocinando. Te gusta la paella?

Pedro pasó, todavía no había emitido más que un hola. Entró a la cocina y tal como se imaginaba, ahí estaba su querida Essen. En la hornalla. Despidiendo un exquisito aroma a mariscos y arroz increíblemente tentador.

Pedro tomó la olla con el repasador que estaba al lado, y dirigiéndose a la puerta dijo:

P: gracias por hacerme la cena nena. Sos muy dulce. Pero sabés? Me la llevo a casa mejor. Porque hoy pasan una peli para machos boludos que no me la puedo perder. Ah! Y si necesitás un psicólogo para resolver tu problemita, tengo un amigo que no te va a afanar! Un gustazo che! Suerte… y el repasador, me lo llevo como parte de pago.

Y se fue, con la Essen y la paella a medio terminar. Subió a su auto y emprendió el regreso a su casa con una gran sonrisa. Terminó de cocinar la paella y cenó mirando un capítulo de Lost.

Por mi parte, Pedro me ha dejado un poco más tranquila… al parecer no soy la única que se ha topado con bichos raros, o que vio luces rojas DANGER y caprichosamente siguió adelante rumbo al incendio. Ahora, Pedro… aflojale un poco viejo! Son cosas!!! nada más… yo entiendo que te cuesten trabajo, pero pobre mina… la dejaste sin cena!!! Que tipo jodido!!!



PEDRO NO ENTIENDE A SABINA CUANDO DICE
“Lo malo no es que huyera con mi cartera y con mi ordenador, peor es que se fuera, llevándose además mi corazón…”

miércoles, 16 de junio de 2010

FACEBOOK BOY O NO VOY


La gente se sigue animando. Esta vez fue Sil la que colaboró contándonos su experiencia con un pastelito al que ella catalogó de abducido. La historia con Facebook Boy, como lo bautizó una de sus amigas, comenzó más o menos hace un año y medio. Él era lector de su blog, y Sil lectora del suyo. Como estaban en la misma ciudad (¿?) y a Sil le caía bien, lo agregó al Facebook. Pero Sil sabía que Facebook Boy tenía novia… su estado era “EN UNA RELACION CON”, así que sus intenciones (ella dice en su mail) fueron puramente amistosas (mmmm? Ok… entre fantasmas no nos vamos a pisar las sábanas…).

Al principio el contacto que mantenían por ese medio era bastante escaso. Pasaron más o menos 6 meses con el mismo estilo, hasta que un día él le dijo algo así como "sos muy interesante… lástima que estoy de novio". ALERTA HISTERICO EN PUERTA. Ella se lo agradeció con un "jaja", y desde entonces empezó, como buena mina que es, a estar más pendiente de él. Cuestión que a las pocas semanas su status en Facebook ya era "SOLTERO" y escribía frases, letras de canciones, y publicaba videos a través de los cuales expresaba lo solo que estaba. Este tipo de gente a mí ya me espanta, Sil. Pero bue… te banco.

A partir de ahí el pibe empezó a tirarle los galgos sutilmente, pero Sil no quería darse cuenta, a pesar de que Facebook Boy le encantaba. Un día, ni siquiera recuerda Sil con qué excusa, él empezó a chatearle por Facebook. Y como ese chat a Sil le funcionaba como el culo, le pidió una dirección de MSN, y desde entonces chatearon cada vez que se encontraban conectados. Así pasaron un par de semanas, hasta que una noche Facebook Boy le pidió el celular, y se fueron a dormir (cada uno en su casa, claro) mandándose tiernos mensajitos de texto.

Puedo imaginarme toda la fantasía de Sil en su cabeza. Puedo asegurar que se durmió enamorada. Las minas somos muy boludas… no hay con qué darle… escarmentaremos algún día?

El contacto con Facebook Boy continuaba fluidamente, pero ella no veía la hora de encontrarse personalmente. Por fin se cumplió su sueño cuando un sábado la invitó a ver "El secreto de sus ojos". Un romántico. SUMA DIEZ. Después del cine fueron a cenar y pasaron una velada muy agradable. Estaban tan entretenidos y entusiasmados que ni de la hora se percataron, incluso el mozo tuvo que pedirles que se retiraran porque había que cerrar el local. Entonces se fueron a un bar, donde también pasaron un momento encantador. Salieron como a las 5 de la mañana y fueron caminando del brazo hasta donde Sil tenía su auto. Facebook Boy confesó haberla pasado muy bien… y que con toda seguridad se iba a repetir.

Ese domingo no hablaron, pero desde su celular, a eso de las 5.30 de la mañana (obviamente, cuando estaba volviendo de la cita) él publicó en Facebook una frase que decía algo del corazón, y que había perdido la cabeza (acá estaba ya el problema… un tipo sin cabeza! otro DANGER que dejaste pasar!!).

Sil feliz, porque creía que ya lo había conquistado, el lunes a la noche le escribió por chat. Todo bien como siempre, y después de eso… ladies and gentlemen, trompetas estruendosas de fondo… lo imprevisto, o previsto, a esta altura ya lo puede decidir usted… vino la nave y se lo llevó!

Silencio. Sil, que por suerte (y a diferencia de muchas mujeres, y por supuesto hombres también) aprendió que si no te dan bola es porque no les interesás, no volvió a aparecer. Pero el sábado no aguanto más… y a la mierda con lo aprendido! Se pasó de bando y le volvió a escribir. ERROR. Facebook Boy le respondía bien, pero también le dijo y recontra dijo que estaba muy ocupado (a eso yo, desde mi glamorosa existencia y delicada boquita le llamo “estrategia cubetera en la concha”, mami: perdón…te juro que en el trabajo hablo mejor). Entonces ignorando la TERCERA luz roja de DANGER, Sil lo justificaba pensando que no era descabellado que tuviera muchas cosas para hacer, pero también sabía que por más ocupado que estuviera, si el pibe tenía interés, no le costaba nada mandarle un mensajito mientras almorzaba, o mientras estaba en el baño, viejo!!! Por poco romántico que pueda parecer!

Y así fueron pasando las semanas, y también fue mutando su estado de ánimo… de la tristeza, a la bronca, hasta llegar a la indiferencia. Sin embargo no entendía qué podía haber pasado, dado que la primera cita había sido perfecta. Primero pensó que se habría asustado y que no estaba listo para empezar una relación a tan poco tiempo de haberse separado, lo cual la llevó a la segunda hipótesis, que era que la ex había reaparecido. Cuestión que con el tiempo, se olvidó de él.

Unos cuatro meses después de esa salida, volvió a titilar su ventanita de MSN. Facebook Boy en ningún momento habló de aquella noche, ni de porqué en cuatro meses no había dado señales de vida. Se comportó como si nada de eso hubiera sucedido. Sil tampoco le preguntó, ya había pasado tanto tiempo que ni le interesaba, y pensó que tener un amigo no le iba hacer mal, así que siguió hablando, también como si nada hubiera sucedido. Convengamos que no al pedo alguien dijo “Tanto va el cántaro a la fuente…”, en fin. Sigamos. Sigamos hasta el incendio total.

Así pasaron otros tres o cuatro meses, de chatear y facebookear como amigos, hasta que una noche el pibe volvió a la carga y la invitó al teatro. Al menos era “culturoso”… Ella como era de esperar, aceptó gustosamente… “porque de cualquier manera iba a ir, y qué mejor que hacerlo acompañada por alguien” (no jodamos, Sil, te querías incendiar! Contanos que te decían tus amigas al respecto! No te querían matar? De afuera siempre se ve con más claridad…). A la salida le dijo de ir a comer pero ella tenía un cumpleaños, así que se fue cabizbajo (Bien ahí, que la reme… que recupere los puntos perdidos!). A la madrugada, mientras ella estaba en plena joda, el pibe le mandó un mensajito con tintes románticos, tirando a hot. Sil debería haberlo llamado ahí mismo para decirle todas las cosas que se venía guardando hacía rato, pero por enésima vez, se hizo la boluda (palabras de Sil) y le dijo que le iba a responder cuando lo encontrara en el chat. “Ok” le dijo él, mostrando un frío desinterés. Y a Sil se le empezó a hinchar la vena…

Unos días después Facebook Boy se conecta y le pide que le responda. Y Sil le respondió "Nene, tuviste tu oportunidad hace mucho tiempo y la dejaste pasar" (no se animó a agregar "AHORA JODETE", cosa que debería haber hecho y así cerrar la historia como una lady, con la pelota de su lado y sin dejarle oportunidad de volver a jugar) a lo que muy campante Facebook Boy contestó:

"BUENO, SI VOS LO VES ASI, ESTA BIEN…"

Y el muy turro cerró como un gentleman… quedándose él con la pelota y Sil con la yugular hinchaaaaadaaaa, ahora a punto de estallar.

Me pregunta Sil: WTF??? Me tira los perros a más no poder, salimos y la pasamos genial, DESAPARECE, y después de meses vuelve como si nada a querer hacerse el galán, y cuando le digo como fueron las cosas me dice "si si" como a los locos??? Quién lo entiende? O realmente soy yo la loca que inventó todo?

Sil: creo, humildemente, que ésta anécdota más que a la categoría “Pastelitos abducidos” pertenece a la de “Lucecitas rojas de DANGER salga corriendo por la primera puerta que encuentre, caso contrario, no se lamente muchacha, yo le advertí!!!”. Te comiste un tremendo pastelito mujer!!!


Y bue… al menos este blog te ha servido de consuelo!

Y olvidate de eso de MAL DE MUCHOS, CONSUELO DE TONTOS!


lunes, 14 de junio de 2010

PROVÓCAME


Coincido con esto de la honestidad brutal, de ir de frente, ser absolutamente sincero y no dar vueltas. Lo comparto totalmente. Me parece sano evitar las calesitas. Pero convengamos que en ciertas ocasiones hay que cuidar las formas!!! Un poco de finura viejo! Dónde quedó la delicadeza!!!

Vanesa me envió un mail sumamente conciso, relatando su anécdota con un animalito prehistórico. Su cuento es cortito. Así que también la hago cortita, tan cortita como la hizo Gastón, el pastelito de hoy.

Pedro, preocupado por la soltería prolongada de su prima Vanesa, le pasa al fino Gastón el número de celular de Vanesa. Transcurridos 3 días, Gastón la llama. Conversan un rato porque Vanesa estaba saliendo para el trabajo, y quedan en verse el viernes en una esquina de San Telmo.

El viernes a las 20 hs se encuentran Vanesa y Gastón. Comienzan a caminar rumbo a un bar de la plaza Dorrego, y después de tres cuadras, al pasar frente a un kiosco, Gastón interrumpe la conversación y pregunta:

Gastón: che, compro “ponchitos” por si pegamos onda y nos pinta un garche?

Vanesa (con cara de PERDON, QUÉ? WHAT?): daaaale, yo te espero afuera que mientras hago una llamada.

Y Gastón entró al kiosco por “ponchitos” y Vanesa paró un taxi y se las tomó!

A ver, flaco, se puede ser más ANIMAL? Una finura… sin desperdicio! “Nos pinta un garche” Pero de dónde saliste, pedacito de bestia? Con qué necesidad!!! Se puede ser tan grotescos? Comprate los preservativos antes y tenelos en el bolsillo en todo caso! Pero no arruines una primera cita a las tres cuadras con semejante propuesta! Porque definitivamente, a menos que la mina sea tan animalita como vos, no van a pegar onda para el garche ni para nada!!!

Me pregunto, y les pregunto, los tipos se olvidaron del cortejo? Del chamuyo! Ni hablar de los buenos modales! Yo no te digo un galán de telenovela venezolana… no te pido un Chayanne y Araceli Gonzales en Provócame porque me empalago y me da un coma diabético, pero un poco de sentido común viejo! Un poco de seducción! Indignante. Indignante este personaje. Yo también me hubiera subido al taxi.



PROVOCAME, SI, TODO LO QUE QUIERAS, PERO NO ME PROVOQUES TAL ASCO NENE!

viernes, 11 de junio de 2010

MIO PIA


A comienzos de los años 90, cuando todavía no había conocido al Chino Andrés, me gustaba un chico alto, flaquito, rubio, de ojos celestes. Siempre que lo cruzaba estaba vestido con la misma ropa: camisa de jean, sweater rojo, blue jeans y zapatillas de lona Topper blancas. Se llamaba Flavio, y vivía en la misma torre que mi viejo. Tendría que haber imaginado que nada relacionado con esa torre tendría un buen suceso, pero lo ignoré.

Yo vivía con mi vieja, en un edificio ubicado a tan solo a 50 metros del de mi viejo, y Flavio. Se podría decir que éramos vecinos. Por eso lo cruzaba en el barrio, pero también lo cruzaba en el boliche. No sé como supe su nombre, ni sé por qué cuando nos cruzábamos nos saludábamos. Quizá algún día bailé con él? la verdad no me acuerdo. Pero sí me acuerdo que yo estaba embobada con Flavio. Y si me saludaba, era como tocar el cielo.

Por ese entonces yo ya tenía mis problemas de miopía, y todavía no había logrado llorarle y patalearle lo suficiente a mi viejo como para que me tirara unos mangos para comprar las lentes de contacto. Así que en algunos casos, contados, andaba con gafas. Odiaba las gafas. Sólo las usaba en casos de fuerza mayor: cine y colegio, aunque sólo si alguna profesora escribía en el pizarrón. Después me manejaba por instinto. Lo cierto es que jamás usé las gafas para salir, salir de paseo, salir de compras, salir de mi casa. Prohibido las gafas. Ni hablar de salir a bailar con gafas!!! Yo no veía un culo, pero las gafas conmigo no venían!

Un sábado fuimos a bailar con mis dos amigas, Vero y Lola. Y quién estaba? Flavio, con su blue jeans, su camisa y sweater rojo! Lo vimos ni bien entramos, y se nos perdió. La noche se fue pasando y en esa época, la noche cerraba con media hora de temas lentos. Y se vinieron los lentos, y se me acerca un chico alto, rubio, que a le resaltaba su sweater rojo. Me saca a bailar. Y dije que sí.

Todos sabemos cuál es la postura para bailar lentos. No hace falta que explique. Esa postura ayudó a que yo no viera bien con quién realmente estaba bailando. Y como todos imaginan, sí, sí señores, bailé todos los lentos con un chico alto, rubio, de sweater rojo que no era precisamente Flavio.

Y todo muy lindo si en el último tema no me hubiera zampado un beso, al cual obviamente como yo creía que estaba bailando con Flavio, no me resistí. Todo muy lindo digo porque de no haber sido porque me zampó un beso, yo solo tendría para contarles que bailé todos los lentos con otro chico, y punto. Pero no. Yo bailé, correspondí su beso y cuando me preguntó al oído, aún sin haberlo visto, cómo me llamaba, le dije mi nombre y apellido, y cuando me preguntó también al oído mi teléfono, le dije el número exacto. Y para colmo de males, me hice la estrella y dejé de bailar antes de que terminara el último tema, por ende seguía la pista de baile muy oscura, y por ende me fui sin haberlo visto.

Es que para mi el sweater rojo era su marca registrada…y era más que suficiente… y me fui creyendo que había bailado con Flavio. Y quiso mi bendita suerte que el pibe tuviera memoria de elefante, porque al otro día, domingo, el tipo me llamó.

Daniel: hola, está la Vasca?

Mi Vieja: quién habla?

Daniel: Daniel, un amigo de Chocolate.

Mi Vieja: Hija, te llama un tal Daniel, amigo de Chocolate!

Vasca: quién?

Mi Vieja: Daniel.

Vasca: hola…

Daniel: hola… cómo estás?

Vasca: bien…

Daniel: me alegro… Llegaste bien anoche?

Vasca: si…

Daniel: pensaste que no iba a recordar tu teléfono?

Y ahí recién caí que era, todavía para mí, Flavio, que al parecer se llamaría Daniel Flavio o Flavio Daniel… Estrella otra vez, con vos de boluda total contesto:

Vasca: jajaja siiiiii…. que memoria tenés…!

Daniel: tenés planes para hoy? Vamos a tomar algo?

Vasca: dale, tomamos un helado?

Y cometí otro error más. Le dije mi dirección para que me pasara a buscar. Y pasó. A las seis de la tarde, pasó. Tocó portero en aquel céntrico depto 12 D. Bajé, y con plena luz del día, finalmente lo ví. No tenía sweater rojo ni camisa de jean. Era alto. Algo rubio. Y en las comisuras de la boca se le hacía una pastita blanca de saliva… que se mantuvieron durante toda la cita ahí. Desde entonces me pregunto: cuando me zampó aquel beso, tendría también esa asquerosa pastita? me la habrá traspasado a mi? QUE ASCO! Por la pastita no llegamos jamás a segunda cita.

El lunes llamé a mi viejo y le dije que necesitaba verlo SÍ ó SÍ. “PA, NECESITO LAS LENTES SI O SI”. Al otro día pataleé y pataleé, y felizmente lo logré!

SI SEÑORES, EL QUE NO LLORA NO MAMA!!!

miércoles, 9 de junio de 2010

BONUS TRACK


Se acuerdan del pastelito CARLOS ALFREDO, el que se enojó porque no lo acompañé mientras hacía las hamburguesas en el microondas, que se enojaba porque no salíamos, y terminó mandándome ese mail raro de un curso para hombres? Se acuerdan que les dije que algún día les iba a contar la que yo me mandé en la conversación final con este sujeto que al momento no hemos podido catalogar de masculino, por su exceso de histeria? Bueno, hoy va el bonus track de aquella anécdota!

Después de varios episodios del estilo de los relatados en aquel post, yo ya me había dado cuenta que algo no estaba bien y sobre todo, que no tenía sentido dar más vueltas con este chico. Esa sensación de cambio de roles me ponía muy incómoda. No estaba bien salir con alguien que fuera más rompe bolas que yo. No señor. Si alguien va a ser rompe bolas, esa voy a ser yo. Si alguien va a reclamar, esa voy a ser yo. Si alguien se va a quejar, seré yo, como buena mina que soy! Es inadmisible que un tipo se tome esas atribuciones! Quieren arrasar con la especie? Bromas aparte, había un marcado cambio de roles y la tolerancia había llegado a su fin.

El episodio final comenzó con una charla telefónica en la que planeábamos el fin de semana. Era viernes. Yo estaba tomando unas cervezas con un par de amigos, él llama y salgo a hablar a la calle. El típico cómo estás? Qué hiciste? Bla bla bla y llegó el qué vas a hacer?

CA: qué vas a hacer?

V: nada, me quedo un rato acá con los chicos y me voy a casa.

CA: tengo ganas de verte… pero me da fiaca ir a capital.

V: tomo el tren y voy yo. En una hora estoy. Querés?

CA: mmm no…. Mejor no, es peligroso que vengas ahora en tren.

V: son las ocho de la tarde recién… no pasa nada. Vos esperame en la estación.

CA: no… mejor no… es peligroso.

V: entonces no tenés tantas ganas… digamos, tenés menos ganas que fiaca. Y son tan pocas tus ganas que ni salir hasta la estación de tren podés?

CA: no, te juro que tengo muchas ganas de verte… pero no sé… tengo fiaca. Ni en pedo me voy a capital. Eso seguro. Y a la estación te iría a buscar, pero es peligroso… y sí, me da un poco de fiaca también…

Y me saltó la vascongada... y se fue todo al carajo. En 15 segundos y sin respirar le dije:

V: mirá flaco, me A BU RRIS TE, aburriste, entendés? Sos peor que una mina. Ya no sé si tenés ganas, si no tenés… no me importa. Parezco un tipo teniéndote la vela. Te quejás por todo, siempre estás cansado. No tenés ánimo ni para entablar una conversación telefónica con un poco de onda. Si te digo que voy yo para allá, también te da fiaca. Fiaca? Cuando tengas 50 años, qué vas a hacer, dormir todo el día? Dejá de dar vueltas… sos re calesita nene! No te va más esta historia? Perfecto. Por fin estamos en algo de acuerdo. Sabés qué, mejor YO AGARRO MIS COSITAS Y ME LAS TOMO!!!!

CA: qué cositas? nena! Si no tenés ni un cepillo de dientes acá en mi casa!

V: es la idea…boludo! Es un decir!!!

No había manera de arreglarla. El muy forro se reía sin parar. Colgué y entré al bar volando de furia pero al mismo tiempo cagándome de la risa al darme cuenta de lo que había dicho. AGARRO MIS COSITAS Y ME LAS TOMOOOO le dijeeeeeeeeee!!!!! Que hija de putaaaa!!!!

No me van a negar que los roles con este pibe estaban cambiados!!! Pordió! El flaco todavía se debe estar riendo de mi frase…

No lo llamé más, y no lo atendí más tampoco. Loco de mierda, histérico. Y al tiempo llegó su mail. El del curso para hombres. Ahora que lo pienso, tendrá algo que ver ese mail con esa última frase mía? Usted qué opina Don Niembro?


Quizá le tendría que haber dicho

“MIRA QUE TE TIRO TUS PILCHAS POR LA VENTANA EH”