viernes, 27 de agosto de 2010

ALELUYA GRACIA’ADIO!!!


Habiéndolo pensado bastante, decidí no cerrar el blog y publicar los viernes, siempre y cuando haya material. Digamos, le escapo a la rutina de los lunes, miércoles y viernes y me entrego al destino, que en este caso, lo dictan ustedes. No sean amargos y compartan sus anécdotas, que yo me comprometo a darles forma! Y a imaginar. Así que vos, que estás al pedo, por qué no me mandas una historia, como hizo Jimena, eh?

Porque si, la verdad es que hay mucha gente que está al pedo… No, al pedo no: Al reverendo pedo! que suena mucho más al pedo aún. Pero está bueno! Porque gracias a lo al reeeeeeeepedo que estaba Jimena aquella fría y solitaria noche, hoy tenemos algo que contar!

Jimena hacía más de 4 años que estaba sola. No enganchaba ni la ropa en una silla de madera astillada. No había pibe que le viniera bien y ya empezaba a preocuparse de su soltería. La gente que la rodeaba estaba más preocupada aún, y como si fuera poco, su hermana menor estaba a punto de casarse, con lo cual el comentario habitual y torturante de su madre y abuela era “Jimenita… vas a quedar para vestir santos… porqué no imitás a tu hermana…”.

Una vieja más hija de puta que la otra. Pero Jimena para no alterar el orden familiar, no las mandaba a la mierda. Simplemente, cuando llegaba a su casa, sola, se miraba al espejo y se repetía “mejor sola que mal acompañada”.

Y así pasaron varias noches de soledad. Una noche, fría y solitaria del mes de julio del 2008, por alguna razón desconocida, quizá hartazgo de conciencia, quizá demasiado estar al pedo, Jimena se propuso emborracharse sola. Se abrió un vinito. Prendió un cigarrillo. Prendió la radio y sintonizó un dial a azar.

Por desgracia, o no, dado que hoy tenemos qué contar, dio con un dial religioso donde un carismático pipistrulo que oficiaba de locutor relataba unos “consejos para no sentirte solo, porque vives en compañía de Dios” (¿? A la mierda! Lo bueno de vivir con Dios es que no te usa el control remoto de la tele, no deja la tapa del inodoro levantada, no te toma la Coca Cola, no come! No ensucia ropa! Es per fec to! - Bueeeeno mami… si sabés que soy medio hereje!). Cuestión que le resultó gracioso el dial y se quedó ahí, con su copa llenita de vino y a la espera de los mensajes de los oyentes, que el pipistrulo había prometido para después de los comerciales.

Y pasaron los comerciales y salieron al aire los mensajes prometidos. Dejó un mensaje Ramón, otro mensaje lo dejó Irma, también había llamado un tal Roco y finalmente se escuchó el mensaje del Chaiman:

C: Estoy solo. Sin amor no soy nada. Llamame. Chaiman.

Y Jimena que ya se había bajado media botellita de vino y que seguía tentada por los comerciales y los mensajes anteriores, tomó nota del número de la radio y llamó.

J: Chaiman, yo también estoy sola. Te mando un beso.

Y como tantas otras veces que el diablo mete la cola, terminó armándose flor de quilombo. El locutor, después de salir al aire el mensaje de Jimena (que no había dejado su nombre, dicho sea de paso) alucinó con que se había formado una pareja. Entonces los invitó a dialogar por la radio a través de mensajes al 4856 4562.

L: Chaiman, ella te llamó. Ya no estás solo. Dios te vuelve a encontrar con el amor. Dios nos pone siempre en camino al amor, hermanos! Y vos, que no has dejado tu nombre, pero que pensaste en él… él te espera. Este número 4856 4562 es ahora vuestro espacio para encontrarse.

Jimena que ya estaba totalmente borracha, entendió la onda del pipistrulo locutor y se enganchó. Pensó: y si de esto sale algo bueno? Y si conquisto un novio… que me importa si es lame santos! Yo quiero un novio! Y volvió a llamar.

J: Chaiman, me encantaría verte.

El locutor estaba como loco. Le faltó gritar “Aleluya Aleluya!” y cerraba con moño el programa. Pero se controló, y a cambio solo dijo:

L: Y llegando al final, un nuevo mensaje para Chaiman… Chaiman, a ella le encantaría verte. Mañana, mañana otro nuevo programa… y una nueva oportunidad para el amor. Mañana es tu día para enviarle una respuesta.

Jimena se fue a dormir totalmente borracha y tentada de la risa. Lo que menos se imaginó fue que el Chaiman también se engancharía en este cotolengo. Pero por algo, a la siguiente noche volvió a sintonizar el dial. Y antes de llegar la segunda tanda de mensajes, el pipistrulo locutor anunció:

L: quédense ahí, al regreso de los comerciales, la respuesta del Chaiman…

Terminaron los comerciales y salió al aire el mensaje del Chaiman y luego, otra vez el locutor:

C: Te espero en el bar de Corrientes y Yatay, mañana a las siete de la tarde.

L: la humildad, la entrega y la esperanza de estos seres es divina. Dios enviará a sus ángeles para guiarlos en esta historia de amor.

Jimena estuvo el resto de esa noche, mientras el programa sonaba de fondo, pensando en qué haría al otro día. Conocía el lugar. No correría ningún tipo de peligro. Si era joda, lo peor que podía pasar era que el flaco no fuera. Y si hay gente que se conoce por Internet, por qué ella no podía conocer a alguien a través de la radio… (Convengamos que la radio no era el problema, sino el tipo de radio… muy particular… demasiado particular!!!)

A las siete de la tarde Jimena entró al bar. En una mesa, sobre la esquina, estaba un muchacho solo, mirando hacia todos lados y revisando el reloj. Jimena se acercó:

J: hola, vos sos Chaiman?

C: hola, si, y vos sos…?

J: Jimena

C: un gusto… y cómo sabés quién soy?

J: por la radio

C: ah… vos escuchás esa radio…

J: sí

C: mirá vos… y viniste a presenciar el reencuentro? Nunca se me hubiese ocurrido…

J: ¿?

C: mi ex no llega… vos crees que vendrá? Se habrá arrepentido? Mmm no creo… debe estar demorada por algo… que loco, nunca se me hubiese ocurrido que nos reconciliaríamos así, por la radio…

Jimena seguía parada al lado de su mesa, mirándolo. Él con cara de enamorado y arrepentido (ternero degollado que le dicen, vio... alguna cagada se había mandado y por eso lo habían pateado). En un segundo Jimena comprendió todo, y no sabía si decirle la verdad o marcharse, dejando al Chaiman solo, esperando a alguien que jamás aparecería… y le dio pena ocultarle la verdad, y le contó todo tal cual había sucedido.

Damián, ese era su nombre verdadero, hacía dos semanas se había peleado con su novia, y aquella noche llamó a la radio porque estaba solo, sus padres habían salido… y le mandaba ese mensaje a su ex, con la que siempre escuchaba el programa, para que se animara a llamarlo…, ya no sabía qué más hacer para que ella le diera bola y lo perdonara (vieron que alguna cagada se había mandado…). Y cuando escuchó el llamado de Jimena, diciendo que también estaba sola y que quería verlo, su vida había recobrado sentido.

Cuestión que terminaron en el bar, los dos hablando de la vida. Jimena sigue sola. Damián, el Chaiman, también. Su ex jamás lo perdonó.

Y el programa? Lo levantaron del aire, ALELUYA!!!
Y el pipistrulo? Desapareció, ALELUYA GRACIA’ADIO!!!

miércoles, 25 de agosto de 2010

HIJOS DEL RIGOR!

Ok. Habemus anécdotas... Entonces habemus blog. Tomen nota, de ahora en más, habrá entrada todos los viernes. Nos reencontramos en dos días entonces, y quedo a la espera de vuestra cálida participación!

viernes, 20 de agosto de 2010

Y AHORA QUÉ?


Este espacio se vuelve INSOSTENIBLE sin el aporte de almas caritativas...

Alternativas:

1) un último post de despedida y GOOD SHOW!
2) publicar una vez por semana, en lugar de tres.
3) colaboran con la causa y los que todavía no contaron nada, se animan a mandar una anécdota de una vez!!! eh!!!

ESTOY PENSANDO....

miércoles, 18 de agosto de 2010

HISTORIA DE UNA PUTA, con el perdón de Dió


Historias de amor inconclusas hay por doquier. Muchas de esas por cobardía de los actores protagónicos, y otras tantas por las vueltas de la vida… Que triste es encontrarse con esos protagonistas y verles la cara de desconsuelo cuando te cuentan su historia de amor… pensar que el tiempo pasa y no hay modo de volver atrás para terminar aquello. Lo más loco es que muchas de esas personas se quedan inmersas en ese pasado, intentando repararlo, buscándole la vuelta… se les pasa la vida llorando por lo que no fue.

Pero siempre llega ese temido día que la vida, de un cachetazo inesperado y violento, los devuelve a la realidad. Ese día, se quieren matar. Porque estuvieron en el limbo, enamorados de un pasado. Porque desperdiciaron sus días. Porque eligieron otros rumbos para tratar de olvidar. Por eso lo que no fue, no fue. Y a otra cosa mariposa. Y cuanto más rápido uno se da cuenta, mejor. Sabino y Margarita son los protagonistas de esta historia inconclusa de amor.

Sabino y Margarita estudiaron medicina e hicieron juntos la residencia. Eran inseparables. Tal para cual. Habían forjado una amistad basada en el respeto – él siempre la respetaba (¿? Quizá demasiado?). Compartían mucho tiempo y se los veía tan bien juntos que la gente siempre sospechaba que entre ellos había algo más que una respetuosa amistad. Margarita también creía lo mismo, al menos de su parte, porque Margarita estaba locamente enamorada.

Sin embargo nunca habían hablado del tema. Ella intuía que a él también le pasaba algo, algo más profundo que una linda amistad. Y no solo lo intuía. Él también daba señales. Muchas veces la había invitado a cenar para “hablar de nosotros”, pero siempre terminaban hablando de cualquier cosa, menos de ellos como posible pareja. Cuestión que todos se preguntaban, incluida Margarita, cuándo iban a concretar!

Llegaba el mes de enero y las ansiadas vacaciones. El año de residencia había sido extenuante. Con mucho esfuerzo, Sabino había conseguido tomarse un par de semanas en la costa. Se iba un sábado por la mañana. El viernes llamó por teléfono a Margarita, le contó su plan y le prometió que al regreso la invitaba a cenar, porque esta vez tenían que hablar de ellos. Necesito hablar con vos de lo que siento – dijo.

Obviamente Margarita imaginó de qué se trataba… y se ilusionó. De boca de Margarita escuché decir: estaba segura de que se me iba a declarar. Y así esperó ansiosa su regreso. Digresión: A DE CLA RAR!!! JAJAJAJAJA!!! Perdón… volvamos.

A los quince días Sabino vuelve a Capital Federal, pero no se ven enseguida. Por alguna extraña razón les costaba coincidir para verse. Y así pasó toda una semana… y a ella le llegaron rumores de que Sabino había sido capturado por una rubia despampanante, tan adinerada como él. Cuando finalmente coincidieron para verse, fueron a cenar y Sabino le contó que había conocido a una chica en sus vacaciones, que se había enamorado perdidamente y que habían decidido casarse. Otra digresión: entonces los amores de verano no son pasajeros… se me cayó un mito.

El tipo, muy fresco, se casó a los seis meses de conocer a su amor de verano y se fue de luna de miel dos meses. Perdón pero hoy estoy con las digresiones: la luna de “miel” me pinta tan mal. Por qué no luna de chocolate, eh? Yo voy a tener luna de chocolate. Ó de dulce de leche, ó de leche condensada que es super empalagosa pero me encanta! La miel me re pug na. Me recuerda al té con miel que mi vieja me obligaba a tomar cuando era pibita y tenía tos. Odio la miel. Les decía, se fueron de luna de dulce de leche dos meses y recorren Europa y EE.UU, y al regreso se fueron a vivir a 400 km de Capital Federal.

Margarita quedó destruida. No podía culparlo porque en realidad nunca había pasado nada entre ellos. No la había traicionado. No la cambió por otra. Simplemente, Sabino se había enamorado de otra mujer. El sueño de una vida al lado de ese maravilloso hombre había quedado en el pasado. Y nunca más se volvería a enamorar.

Luego de siete meses de casado, él se da cuenta que había cometido un error: la convivencia era un desastre y ese amor de verano, había desaparecido... (los amores de verano son pasajeros, el mito volvió!) Y cuando ese amor desapareció, Sabino comprobó que en su corazón seguía intacta Margarita. Entonces volvió a buscarla. Era sábado. Fue a la guardia. Pero Margarita ya no estaba. Fue a la casa. Ya no estaba.

Margarita, desesperada, al ver que había perdido a su amor… SE INTERNÓ EN UN COMVENTO DE MONJAAAA!!! y sólo su familia, de la cual Sabino no tenía ni un solo dato, sabía dónde estaba. Por ende, Sabino jamás la encontró.

Pasaron veinte años, Facebook mediante se reencontraron. Margarita había dejado los hábitos (los hábitos de pe lo tu da… perdón Marga, pero mirá que meterte a monja por algo asi! Pordió!) hacía tan solo un año, porque aún estando de monja no lograba olvidarlo, y sentía que traicionaba a Dió (¿?). Y Sabino, al ver que Margarita ya no estaba, se conformó con su amor de verano. Tuvo dos hijos. Engordó. Perdió todo el pelo. Jamás ejerció su profesión. Y se convirtió en un tipo aburrido, castigado por el conformismo y amargado por no haber reaccionado a tiempo.

Una tarde se juntaron a tomar un café. Y Margarita lo vio. Hablaron largo y tendido… y en un momento, sin previo aviso, recibió esa cachetada inesperada y violenta que la trajo de prepo a la realidad: Sabino no era el de antes. Aquel Sabino ya no existía ni existiría jamás. Había vivido años enamorada de un pasado equivocado. De un hombre que ya no estaba, que había perdido su verdadera esencia aquel sábado… cuando no la encontró.

Dicen las malas lenguas que Margarita hasta ese día nunca le había visto la cara a Dió. Cuando era joven porque esperaba a Sabino, luego porque A MONJA SE METIO! Ahora es MARGA y anda de loca por los bosques de Palermo, y tiene una o dos veces por semana entretenidas conferencias cara a cara con Dió!

EL HABITO NO HACE AL MONJE

NI A LA MONJA


lunes, 16 de agosto de 2010

EN HONOR A SAN MARTIN


Bueno, feriado. Entrada obligada. Un saludo al difunto y aprovecho para dejar algo muy viejito, by me, que testifica que soy insoportable desde siempre! El miércoles, historia de una puta. Impecable.


Y A QUE VIENE ESTO? By me

Odio las preguntas mal formuladas. Tanto como odio no entender, y, sobre todo, las preguntas sin respuestas. No tolero que algo sea así porque sí. No lo entiendo. No lo acepto. De hecho prefiero una respuesta evasiva. Podría, en el mejor de los casos, interpretarse como una actitud defensiva. Y en ese caso quizá estar ante una persona inteligente, o con cintura. Pero una pregunta mal formulada, deja hasta al más inteligente sin respuesta. Y por lo general, genera otra pregunta, que apunta a pedir aclaración de la pregunta inicial. Muchos pasos. Y lo que es peor, lo deja a uno como un ignorante que no entiende de lo que se está hablando. Por otra parte, no importa el contexto. Nadie debe asumir que el otro tiene el poder de leer el cerebro humano como para interpretar lo que ha querido decir con esa pregunta que no se explica de dónde viene… ni a qué va. Permítaseme un ejemplo, y tíldeme de insoportable, pero no me hará cambiar de opinión. Salón de gimnasio, lleno de personas dispuestas a comenzar una clase de: Fight Do. Pregunta del entrenador. Quiénes son nuevos? – los nuevos instantáneamente levantan una de sus manos – siguiente pregunta dirigida a uno de los nuevos: alguna vez hiciste algo? Cuál diría usted que sería una respuesta correcta? Bueno la respuesta fue: a qué te referís con algo? Algo en qué sentido? Y sí… sí… hay gente que necesitamos preguntas bien formuladas si se espera de nosotros una respuesta contundente. “Alguna vez hiciste algo?” Por supuesto!!! Vivimos haciendo cosas!!! Luego la gente no se entiende… Así, es lógico. Pereza para comunicarse... Oración corta… en fin. Volvamos. Dada la respuesta, cuál cree usted que fue la siguiente pregunta del entrenador? Alguna vez hiciste algo… eh… como ser…Tae-Bo o Aero-Box? Ahora sí. Ahora te entendimos bien. Ahora te comunicaste como se debe, y no a lo Tarzán. Acaso te quedaste sin aire, sin energía para la clase, sin saliva? No. Claro que no. Pero la cosa no se acaba ahí. Si, ya se. Soy insoportable. También está el tipo ese que ante una pregunta sencilla, te sale con un discurso al mejor estilo Fidel Castro. Que me perdone Fidel, pero sus discursos son, o eran, definitivamente, extensos. Le preguntás a alguien “querés café?” Y de ahí un discurso – no porque el café me hace mal, si lo tomo después de las cinco de la tarde no me duermo, además me da acidez y dicen los médicos que hace mal tomar mucho café… y el edulcorante... – y la cosa podría haber sido peor. Es tan simple decir si, ó no. Sin embargo, no quiero con esto aniquilar el origen de una conversación amena. Usted entiende. Hay veces y veces. Aunque en ningún caso coincido con aquellos radicales de las preguntas cerradas. Aquellos que se molestan si ante una pregunta cerrada, en lugar de responder si ó no, su interlocutor responde “bueno”. Hay gente extremista. Y si, a mi me molestan las preguntas mal formuladas. Extremadamente. Quelevoacer!


viernes, 13 de agosto de 2010

TODOS SHIRAN Y SHIIIIRAN…


No les voy a decir que me siento la más vieja del condado, pero mierda que se van sintiendo los años. Sin ir más lejos, anoche cuando me fui a acostar, fue todo un circo. Al mismo tiempo tenía una almohadilla eléctrica en las cervicales, un gel frío en la rodilla, crema en la cara y otra en las piernas. Divina. Espléndida. Ni hablar si me remonto al pasado y comparo las maratones nocturnas de los 20 años con un fin de semana actual… qué lo parió!! La media noche ya pinta para el bostezo, la una de la mañana ya me invita a mirar el reloj y pensar: ojalá alguien se quiera ir ya, así digo “sí, yo también me voy, estoy muerta”. Las dos de la mañana definitivamente me mal predispone y empiezo a decir “uh estoy muerta…, en un rato me voy”, y si llegué a las 3 am, seguramente estoy pasada de rosca, con 80 litros de coca cola encima, cómo mínimo. Lo peor del caso es que si me acosté a las 3 am o un poco más tarde, al otro día estoy, literalmente, rota.

Que vieja que estoy… me consuela saber que seamos tantos los que sentimos lo mismo. Y como somos tantos los que imperiosamente necesitamos salir tempranito y volver a casa también temprano para no estar todo el día siguiente rotos, zombis y duros como una momia, los empresarios de la noche se han encargado desde hace rato de que la agenda de eventos, afters, bares y fiestas esté armónicamente organizada para ocupar los días miércoles, jueves y viernes a partir de las 20 hs (salidas tarde-noche del ambiente porteño). Entonces hay infinidad de propuestas. Entre ellas el after de Belushi, Museum, Godoy ó el del Club Europeo. Y todos están siempre llenos.

No obstante, así como estamos los que nos cansamos de tanta farra, y que con suerte metemos una salida a la semana, también están los que no se pierden una. Y al mejor estilo veinteañero se los puede ver de roteishon cualquier noche de miércoles y/o jueves… picoteando o a la pesca, de alter en after. A estos personajes, hombres y mujeres por supuesto, a pesar de vivir en una gran ciudad, se les hace más fácil conocer a alguien y volverlo a encontrar, porque siempre están shirando la tarde-noche porteña. Hay que estar advertido de algo: es complicado enredarse con esta gente porque si la cosa no marcha, o sólo quisiste enredarte por un rato, tenés 100% de certeza que te los vas a volver a encontrar. Ellos están siempre.

Valentín hacía seis años que vivía con su mujer, y esta vez es bien pretérito porque a raíz de esta historia, la mina le echó flit. Trabajaba en una oficina en lo alto de Puerto Madero, con vista al río y a toda la ciudad. El equipo de trabajo estaba conformado por hombres y mujeres, todos jóvenes (si están arruinados como yo anoche… entonces no tan jóvenes…) entre 30 y 38 años, algunos solteros, otros casados, y un par de amontonados. Por años, había sido costumbre del equipo, para cada cumpleaños, salir a almorzar. Pero los solteros nuevos que habían ingresado ese año propusieron innovar en la modalidad de festejo, sugiriendo reemplazar los almuerzos por algún tipo de salida al terminar la jornada laboral. Y todo el equipo estuvo de acuerdo.

Miércoles 10 de marzo, llegó el primer cumpleaños, el de Baltazar, entonces reservaron mesa para las 20 hs en Museum. La mujer de Valentín no estaba muy contenta con esta nueva modalidad de festejo. Le parecía un poco infantil o inmaduro que estando él casado, se fuera de joda con la gente de la oficina a un after office como el de Museum. Ya estás grande… Por qué no van a cenar a un restaurante cómo la gente? – Le decía ella a Valentín – Porque los restaurantes como la gente no existen. Los restaurantes son como los restaurantes. Y la gente como la gente. Esa frase es muy pelotuda, querida – Le contestaba Valentín. Y ella se ponía loca.

Ese miércoles, como todos los miércoles, ella se juntaba con sus amigas (las amigas teteras) a tomar el té a las 20 hs y regresaba, como todos los miércoles de té, a la media noche. Pero por alguna extraña razón, canceló y no fue. Llamó a Valentín al trabajo y le dijo que se sentía mal, que no iría al té. También aprovechó el llamado para intentar convencerlo de no salir con la gente de la oficina, o de ir a un restaurante normal. Pero la reserva estaba hecha y Valentín tenía ganas de salir. Cuestión que fue.

Salieron todos de la oficina. Llegaron a Museum y tenían reservado un living (living: dícese de una mesita ratona con unos puff blancos alrededor… es decir, mesa y sillas para enanos que comerán incómodos, al igual que otros grupos que reservaron los restantes 20 livings, pero que top!). Casi todos pidieron pizza y empezaron a tomar. El pibe del post del miércoles diría, se tomaron hasta el agua de los floreros…y Valentín no se quedó atrás. Estaba bastante borracho para cuando el grupo se levantó y fueron al centro de la pista a bailar.

Jarana va, jarana viene, pasito Chayanne… más cerveza, todos de joda. Unas minas empiezan a rondar el grupo y los solteros del equipo sacaron sus cañas de pescar. Pero al parecer las señoritas ya tenían detectadas a sus víctimas. Una de ellas encaró a Romi, y Romi le salió con los botines de punta. Lamentablemente, Romi es homofóbica y chinofóbica. Pero lo trata en terapia. Así que todavía se puede recuperar. Cuestión que mientras todos se cagaban de risa de Romi y su levante, la otra señorita lo enroscó a Valentín, que borracho como estaba, prefirió darle bola a su diablito interno… y se la chapó. O se lo chapó. Seigual. Los compañeros del equipo no entendían mucho, en realidad no entendían nada. Pero qué iban a hacer? Cortarle el mambo? Si. Franco que es el más conservador del grupo, a los 15 minutos de contemplar la escena de franela desesperada, intervino.

Franco: flaco… Eh, che! Valentín! Qué carajo estás haciendo! Si te ve tu mujer te mata!

Valentín: mmm bombón! (Valentín le hablaba a la señorita que se apretaba, sin mirar a Franco, y en un estado de borrachera deplorable)

Franco: dale flaco, vamos…

Y lo agarró de un brazo y se lo arrebató a la mina, que lo miraba con tremenda cara de atorranta. En el mismo instante que Franco tironea a Valentín del brazo, pasan todas las amigas teteras de su mujer. Que evidentemente, no estaban tomando ningún té.

Valentín: y ussshhhtedes que hashen acaaaa, ttttrrrrooolaas!

Amigas teteras: Valentíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin!!! – con cara de horror (no se sabe si por haber enganchado a Valentín con la frenética señorita, ó por haber sido descubiertas en tan particular casita de té)

Franco: hola eeehhh está un poco mal, tomó demás…

Y Franco se lo llevó. Lo subió a su auto y lo dejó en la puerta de su casa. Tremendo quilombo el que se armó cuando su mujer lo vio tan borracho. Al día siguiente, Valentín tenía la cara hinchada, deformada. Una resaca de puta madre y la voz más grave que la de Graciela Borges. Mientras desayunaban, la esposa le taladraba el cerebro diciéndole que era vergonzoso el estado en el que había llegado. Con qué cara miraría a sus compañeros… y una sarta de puteadas que no hacían más que reforzar el dolor de cabeza de Valentín.

Ese mismo día, en la cena, cuando la tormenta había pasado, Valentín interrogó a su mujer respecto de la salida de sus amigas teteras.

Valentín: qué hacían tus amigas en Museum anoche?

Esposa: habrán cambiado de idea…

Valentín: será que ya han cambiado de idea algún otro miércoles y jamás me contaste?

Esposa: mirá… no estás en condiciones… el horno no está para bollos… yo nunca te oculté nada.

Valentín: ok…, si vos lo decís…

Pasaron las semanas y llegaba el siguiente cumpleaños. Jueves 9 de abril, el festejo sería en el after office del Club Europeo. Y la historia se volvió a repetir. La esposa de Valentín insistía con que era un desubicado por salir de joda. Pero a último momento, como esta complicación se le presentaba a más de un casado o amontonado, decidieron invitar a las parejas también. Entonces las esposas se tranquilizaron.

Llegó el día del cumpleaños. Torta y sándwich en la oficina, y a las 20 hs todos enfilaron al after. Las parejas iban llegando también. Algunos comieron pizza, otros cazuelas… cuestión que cuando terminaron de cenar, bajaron al primer piso. El evento estaba lleno. No se podía caminar. Así que el grupo ganó espacio como pudo, a codazos y caderazos, y se dispusieron a bailar.

Mientras bailaban, Valentín había notado cierto nerviosismo en su esposa, y le llamaba la atención la cantidad de muchachos que la saludaban al pasar. Valentín hacía años que estaba fuera del mercado. La movida de la tarde-noche porteña no la conocía. Menos imaginaba que existían estos personajes que shiran de bar en bar, de after en after. Y quiso la suerte que habiendo transcurrido una hora, cuando el lugar estallaba de gente, se acercara una señorita con una vestimenta demasiado ajustada. Valentín le vio cara conocida. La señorita lo saludó cabeceando, y al ver que él también la saludó, pero con cara de DE DÓNDE TE CONOZCO? la flaca se acercó aún más, le puso un beso en la boca y le dijo:

Señorita: Si te ponés borrachín como en Museum y me querés volver a besar, voy a estar esperándote en el patio. Valentín, verdad?

Valentín, desorbitado, tomó conciencia de quién era la señorita y de dónde la conocía. Los compañeros de la oficina, Franco en particular, estaban todos bastante inquietos y nerviosos por lo que acababa de pasar. La esposa de Valentín lo miraba asombrada. Y Valentín no atinó a disimular… Su esposa lo empujó, y se fue. Valentín salió detrás de ella pero no la alcanzó. Cuando llegó a la casa, ella había cerrado la puerta, colocado las trabas y no pudo entrar. Esa noche Valentín durmió en un hotel, a la vuelta de su casa. Y la noche siguiente también. Y desde entonces no ha vuelto a su casa más que para retirar sus pertenencias.

Siempre le quedó la duda de qué hacían las amigas teteras en Museum y quiénes serían los muchachos que saludaban a su mujer en el after del Club Europeo. Hasta que un día hizo ese comentario entre los solteros de la oficina y uno le dijo: Valentín, jamás me atreví a decírtelo… pero tu mujer no iba a ningún té! Tu mujer era figurita repetida en Museum, y ese jueves se encontró con todos los pesonajes que shiran y shiran!


miércoles, 11 de agosto de 2010

PAJA-RON


El lunes les decía que afortunadamente, en esta ciudad abundan las opciones para combatir la soledad. A menos que sea muy anticuado y fóbico de las nuevas modalidades, nadie puede decir que está solo porque no sabe cómo hacer para conocer gente. Y una opción divertida para quienes todavía no quieren dejar de explorar alternativas, es 10en8.

Qué es 10en8? Bueno en pocas palabras 10en8 (Speedy dating en inglés, citas rápidas en castellano, o cómo lo diría algún desbordado: una salida multicitas) es un evento organizado por alguien que se está llenando de guita y cuyo fin altruista es contactar gente que busca pareja (con o sin compromiso, da igual). El evento se organiza en algún bar de la ciudad. A cada participante se le asignan 10 citas que durarán 8 minutos cada una. Según la gente que organiza estos eventos, ocho minutos es el tiempo suficiente para seducir y dejar huella (¿?). Cuándo suena la campana es hora de saludar a la cita número uno y pasar a la cita número dos, previa anotación en la Date Card de la impresión que te dejó la cita anterior y datos de contacto por si las moscas. Y así hasta conversar con, mínimo, 10 personas. Para más información consultar en http://www.10en8.com.

También existen otras modalidades, como las fiestas de solos y solas… pero esta vez no vienen al caso explicarlas, tampoco tienen tanto misterio. La cuestión es que Abril conoce todas las modalidades habidas y por haber, y no sólo las conoce… está suscripta a todas también. Comenzó con lo clásico, un chat de Terra. Y no funcionó. Mucho boludeo y mucha insinuación sexual… después pasó a Match.com, pagó la membrecía por tres meses y se le terminó el plazo antes de conocer algún tipo rescatable. Entonces se pasó a ZonaCitas que es más flexible…

Entre tanto pastelito que conoció (también conoció bombones, solo que por alguna misteriosa razón, todos los que a ella le gustaban no la volvían a llamar) una vez dio con uno digno de desear que se abdujera. Su nick era “Galán”. Ya he hablado del tema de los nicks, no voy a volver a ese tema, de todos modos me pregunto… qué carajo esperaba de alguien que elige por seudónimo la palabra galán!? En fin… ella le dio bola igual.

Mails, chat, mensajes… teléfono… lo habitual antes de verse. Ella había notado una particularidad, que además no le gustaba mucho… El pibe cuando hablaba, o escribía, no usaba una sola expresión suya. Eran todas frases hechas. Viejas. Nuevas. De campo, de ciudad… todas hechas. En un mail del flaco, por ejemplo, podía leerse:

Hola Abril, cómo estás? Yo un poco engripado… igual fui a trabajar, porque trabajar es salud…

Hoy me levante muy temprano… pero al que madruga Dios lo ayuda, así que todo bien

Así que todo bien? Qué cosa estaba bien? Tremendo quilombo el de Dios (¿?) si tuviese que andar ayudando a todos los que madrugan… tremendo quilombo! Me lo imagino con millones de alertas viendo quién se levanta temprano en China y quién en Argentina… con asistentes botones diciendo “hoy la Vasca no madrugó. Se levantó a las 8 am” – CÓMO QUE NO MADRUGUE CONCHATUMADRE!!

Otra tremenda fue “me duele de cabo a rabo” – era un hijo de puta! O no? Yo confieso que soy de usar muchas frases hechas, pero “de cabo a raboooooooooooo”… me superó! Otro día, para cortar cortésmente el chat dijo “me voy a cenar, estoy más hambriento que un león de circo” – Que un león de circo… En cierta ocasión había ayudado a alguien a resolver una situación extraña que no quiso dar detalles y comentó “me metí en camisa de once varas” – sacale las varas y comételas a ver si te atragantás…!!!

Cuestión que ya venía de pesadilla. Igual Abril le dio una chance y salieron a tomar algo. En persona no cambiaba en nada esta particularidad. Galán lo único auténtico que supo decir fue “vivo en Medrano, y siempre me joden con Medrano agarrámela con la mano jeje” – ah bue… primera cita. Indefendible. Aunque si yo me lo cruzaba le decía lo mismo, admito. Una degeneración de familia. Medrano rima con “agárramela con la mano” aunque no quede fino.

Abril optó por abducirse. Y desapareció. Mientras tanto siguió conociendo otros chicos, siguió frecuentando fiestas de solos y solas… y mientras tanto Galán no dejaba de atormentarla con mails... que dicho sea de paso, ella no contestaba.

Habían pasado cinco meses de esa cita y una amiga le sugirió probar 10en8… a ver qué se veía por ahí. Abril conocía la modalidad de speedy dating pero todavía no se había animado a ir. Y como ya estaba bastante canchera con esto de las citas a ciegas, aceptó la propuesta. Irían a un “10en8 de 30 a 40” (estos eventos se organizan para gente en un rango de edad específico, hay vacantes limitadas, y el margen de edad aceptable para participar del grupo es más/menos dos años. Es decir, Abril conocería tipos de entre 28 y 42 años) y si no resultaba, a la semana siguiente irían al siguiente “10en8 profesionales sin hijos”.

Llegó el día del primer 10en8, luego de la media hora de suscripción, donde le asignaron los nicks de los 10 tipos que conocería y le dieron la birome y la Date Card, se sentó en la mesa 1 a la espera de Nicanor. Un tipo tranquilo, un poco tímido. A los ocho minutos suena la campana, anota las coordenadas de Nicanor y llega el participante número dos, Cóndor. Cóndor tenía una gran nariz. De los ocho minutos habló siete. Suena la campana, anota “gran nariz” y lee el nick del siguiente participante: Galán. En el mismo momento que levanta la vista de la Date Card, vé a Galán sentándose en su mesa. Era su cita número tres.

G: olalá Danette!

A: olalá Danette? olalá Danette!!? (Irónica y con expresión de intolerante) Qué hacés acá?

G: parece que el destino nos ha vuelto a unir!

A: ehhh mirá…

G: será que no hay dos sin tres? ZonaCitas, 10en8… dónde más te encontraré, reina? Dicen que la tercera es la vencida! Je je!

A: no quiero ser descortés con vos…

G: por supuesto, decime lo que estés pensando… cortésmente… dicen que lo cortés no quita lo valiente…

A: pero vos no sabés hablar por vos mismo? Te sabés el libro entero de las frases hechas?

G: solo sé que no sé nada… va, si, algo sé, que me gustás… y también sé que te voy a conquistar… tanto va el cántaro a la fuente…

A: tanto va el cátaro a la fuente que qué? Eh! Que qué? Por qué no la terminás! Me vas a hacer calentar…. – por qué no terminaba de romper las bolas quiso decir Abril, pero él tipo interpretó por qué no terminaba la frase…

G: ah esa frase te gusta! Entonces te la termino: tanto va el cántaro a la fuente que al final SE AHOGA.

A: ah se ahoga… mirá vos… debe ser nueva esa versión! Si pudiera A VOS TE AHOGARIA! Definitivamente sos un pe-lo-tudo importaaaante… tenés idea qué es un cántaro?

G: un pájaro: CANTA-RO, entendés? canta... Si canta será un pájaro...

Y Galán siguió hablando mientras Abril lo miraba ida, esperando que literalmente, LA SALVARA LA CAMPANA! Al siguiente 10en8 llegó media hora antes para la suscripción, y antes de suscribirse y recibir su preciada Date Card, recorrió rápidamente con la mirada a todos los participantes, no fuera a ser cosa que se encontrara con algún otro pastelito soltero itinerante de la ciudad!

QUE BOLUDO EL PAJA-RO

lunes, 9 de agosto de 2010

CASUALMENTE...


La oferta para combatir el síndrome de la soledad en esta ciudad es, afortunadamente, bien amplia. Además de sitios como ZonaCitas y Match.com que han sido generadores de varias historias del blog, existen muchos otros que vienen muy bien para aquellos que en principio, no buscan una relación formal. Mi amigo Horacio me acercó días atrás un buen ejemplo: casual-date.com.ar. Me impresiona (para bien) la propuesta de casual-date.

Citas a ciegas, touch & go, encuentros casuales, relaciones sin compromiso...Tiene muchos nombres, pero en la práctica es lo mismo: es una tendencia cada vez más de moda en nuestra sociedad según la cual se buscan personas con las que compartir experiencias sexuales sin compromiso.

Lo importante de estas historias es sobre todo, tener claro desde un principio lo que uno busca. Es una mezcla entre amor, sexo y compromiso, pero claro está que luego cada uno tiene más inclinación hacía uno que otro.

Sabemos la importancia que tiene el sexo para todos nosotros y por eso ofrecemos una herramienta que permite ponerse en contacto con hombres y mujeres de nuestra zona y con nuestros mismas preferencias.

Casual-Date es líder en la búsqueda de contactos para una noche sin compromiso o para una relación de amor duradera, lo importante es divertirse y pasarlo bien sabiendo qué es lo que quiere cada uno.

¡Apúntese ahora y diviértase!

Digo me impresiona, y para bien, porque al fin existe un lugar donde nadie es hipócrita, ó al menos no debería serlo. Convengamos que una Susanita no puede, mejor dicho, NO DEBE (porque como poder, puede) suscribirse a ese site. Es muy baja la probabilidad de que se suscriba alguna… Y si se suscribe, que no espere al príncipe azul con un diamante proponiéndole ser el padre de sus hijos… al menos que no espere eso hasta haber visitado las sábanas del tal príncipe unas cuantas veces y sin haberle roto mucho las pelotas.

Lo de la hipocresía viene a cuento por una sorpresa que se llevó mi amigo Horacio, y tiene que ver con esto de querer una cosa pero en el discurso del cortejo, contar otra. Realmente me indigna escuchar de boca de ciertos hombres frases como “las minas están todas locas, no saben lo que quieren”, “son unas embusteras, nunca te dicen de entrada la verdad”, “no quieren compromiso y a los dos días te dejan el cepillo de dientes en tu casa”... me indigna porque tienen razón, esas minas son hipócritas.

Pero calma! queridos hombres que disfrutan de la soledad y de las experiencias sexuales sin compromiso, sepan que las mujeres TODAS locas no están… al menos no por no saber qué quieren. Las chicas de casual-date sí saben lo que quieren: Las chicas solo quieren divertirse! Y ahí es donde ustedes tienen que buscar!

Dicho esto, vamos a la anécdota de Horacio. Horacio hace un año se divorció. Después de una relación muy compleja y de varias idas y vendidas, finalmente, por su bien y el de su ex pareja, decidieron terminar con tanto dolor. Los dos sabían que iba a ser difícil comenzar de nuevo, habiendo estado juntos tantos años. Pero eran jóvenes y no tenían hijos…

A los dos meses de divorciado, Horacio retomó los encuentros con un antiguo grupo de amigos, la mayoría solterones (que palabra pordió!) y algunos también divorciados. Con ellos rápidamente dio inicio a la terapia de restitución huevaria, terapia que llevó su tiempo ya que la ex le había dejado los huevos trituradísimos, y que consistía en contar las miserias de su matrimonio, escuchar las miserias de los demás, y putear (en vos alta, durante 1 minuto y sin respirar) a su ex y a todas las ex que había tenido. También se prendía en todas las salidas nocturnas, y retomó algunas actividades que había abandonado.

Horacio poco a poco se estaba restituyendo, huevaria y psicológicamente hablando. Y al verse un poco mejor, pensó que ya era momento de volver al mercado. Pero no para involucrarse en una relación formal. Solo sexo sin compromiso. Entonces uno de los solteros del grupo le presentó a Margarita, una soltera que en el ámbito laboral se llenaba la boca diciendo que disfrutaba de su libertad. Es justo lo que vos buscás, le dijo su amigo. La piba es linda. Simpática. Y ni en pedo busca marido. Mañana prendete al after y te la presento.

Margarita era tal cual se la había descripto. Muy linda, simpática, hacía las mil y una actividades. Tenía muchas amigas y hacía años que estaba sola. Le habían roto el corazón y no podía volver a confiar en los hombres. Por eso disfrutaba de su libertad. Las relaciones casuales eran lo que ella prefería. Era el punto intermedio entre estar sola siempre o siempre con compañía, así era como se sentía más cómoda, y además se divertía. Ese era el discurso de Margarita.

De entrada hubo onda y a la semana se volvieron a ver. Se vieron dos, tres, cuatro, cinco veces. Se divertían. Fueron al cine. A cenar. Dormían juntos. Todo muy bien. Habría pasado dos meses desde la primer salida, las reglas del juego para Horacio seguían siendo las mismas, se veían una vez por semana… era exactamente lo que él quería… pero se ve que Margarita perdió algún pétalo en el camino y así de la nada, le cae un martes, en medio de la noche, en su departamento con una gigantesca valija!

M: hola, te extrañaba…

H: qué hacés acá? Son las 3 de la mañana!

M: ya te dije, te extrañaba.

H: y esa valijaaa?

M: estuve pensando y qué te parece si me quedo unos días para ver cómo funcionamos?

H: cómo funcionamos? Cómo vamos a funcionar! No estudiaste anatomía? El cuerpo humano funciona gracias a la actuación de una serie de aparatos y sistemas que hacen posible las funciones vitales para la vida humana…

M: no jodas Horacio… cómo funcionamos como pareja…sabés de qué te hablo…

H: No queridaaaaa, vos no entendiste nadaaaaaa… no jodas vos… a esta altura!

Y se le metió en la casa, y abrió la valija, y comenzó a colgar ropa mientras trataba de convencerlo de que era poco racional vivir separados, qué ya hacia suficiente tiempo que se conocían (2 meses, 8 días como mucho juntos) que podían compartir los gastos, y ya no estarían tan solos… y mil cuestiones más que Horacio ya no escuchaba, porque estaba paralizado de semejante locura, o semejante loca, seigual.

Horacio Esperó a su silencio, y sacándola del placard comenzó a descolgar la ropa que ella había colgado. La colocó en la valija y la cerró. Y con cara de NO HAY NADA MAS QUE HABLAR le dijo: te acompaño hasta abajo. Al otro día googleó “citas sin compromiso” y se suscribió a casual-date.com.ar.

Francamente, cuántos disgustos nos ahorraríamos si todos fuéramos más sinceros…y más espontáneos. Las relaciones estratégicas no son buenas… Cuánto más valiosa es la actitud de quien te dice “me quiero enamorar” ó “no quiero compromisos” y te juega limpio… porque en el fondo, o no tan fondo… todos queremos lo mismo, con o sin compromiso, todos queremos pasarla bien. Entonces por qué no hacerlo más fácil… más directo…. En fin…



viernes, 6 de agosto de 2010

NAVETTE: POR NAVO Ó POR NAVE? Por navooooo!


Esta es una de esas anécdotas trágicas (del estilo de la primera o de la segunda que les conté) pero que dentro de tanta tragedia tiene un ingrediente gracioso para rescatar. También es una anécdota que seguramente atente contra la susceptibilidad de algunos lectores… Sí, hoy escribo a riesgo de ponerme en contra a la tribuna masculina adicta a la Play y cualquier otro tipo de juego que se le parezca.

Me resulta muy difícil comprender a la banda de masculinos (porque convengamos que es un vicio de los varones) que dedican horas y horas de sus vidas, de hecho desde pequeños, primero a interpretar y luego a jugar, juegos de computadora, Zega, Play y toda la lista de consolas que yo, por ignorancia, haya dejado afuera. Jamás me pude enganchar con esos juegos... Ni al pacman jugué! Desde ya que es una cuestión de gustos, no me caben dudas. De todos modos no los entiendo…

El caso que nuestro pastelito es uno de esos enviciados jugadores empedernidos de World of Warcraft, comúnmente conocido como WoW, juego del que ahora conozco hasta las reglas porque a raíz de esta historia, y para no contarles pelotudeces, tuve que explorar. “…para más información respecto al juego te paso directamente el link de Wikipedia, no creo que pierdas tu preciado tiempo buceando en esa bazofia, pero al menos te dará una idea...”, dijo Josefina en la postdata de su mail. Bueno Josefina, me tirás semejante bomba… usas unos términos inentendibles para mi nulo uso de los juegos en red, no me queda otra más que estudiar! COMO CARAJO PRETENDIAS QUE TE ENTENDIERA! Así que tuve que desperdiciar mi preciado tiempo (¿?). Quetetiródelaspatas!

Lo que más me impresionó mientras leía fue que el WoW es el juego más jugado y prestigioso de todas estas sectas de abducidos, y me atrevo a llamarlos abducidos (sectas verán que es un término que usan ellos mismos) porque una triste consecuencia de este juego es que una gran mayoría de los que juegan terminan por aislarse de la vida social tradicional y lo que es aún peor, de sus familias, como es el caso de hoy. Existen millones de personas que juegan así, que dedican no solo muchísimo tiempo sino también dinero al WoW. Una de esas personas es ARGAMOTH, en la vida virtual, ó Darío, en lo poco que le queda de vida real.

No creo que venga al caso situarlos en tiempo y espacio, decir que el pibe es un franchute no creo que agregue nada, podría también ser riojano, o pampeano. Sí importa saber que Darío tiene una familia hermosa, dos hijos pequeños y una mujer divina por la cual más de uno daría la vida. Hace rato que la familia está en crisis, como les anticipaba, porque Darío no hace otra cosa más que jugar y jugar.

Permítanme contarles un poco del personaje. Argamoth es una mezcla de idiota con alas, que pega, dispara tiros (sí, tiros, sacá esa carita de pelotudo diciendo “y que querés que dispareeeee” porque hay otros que disparan otras cosas, lee y me contás), se chupa el dedo (SE CHUPA EL DEDO, leyeron bien!), se ríe y lo que es realmente formidable, se muere treinta veces por día.

Argamoth y el resto de los personajes utilizan una NAVETTE para trasladarse de un planeta a otro. Y estas navettes no son como los bondis de Capital, que vienen uno atrás del otro y más que bondis parecen trenes desmembrados (imagen del 132), no no no, las navettes al mejor estilo de los bondis bahienses pueden llegar a demorar unos 20 minutos en pasar a buscarte para llevarte a otro planeta. Todo ese tiempo, Argamoth, en realidad Darío, espera frente a la computadora de brazos cruzados, no vaya a ser cosa que por una puta casualidad haya menos tráfico espacial, la navette pegue onda verde y pase un minuto antes y Argamoth no esté en plataforma preparado. Y así Darío prefiere esperar la navette a esperar a su hijo con la merienda lista.

Darío es un tipo que tiene estudios, superinteligente, conoce algo de actualidad, pero si no lo despabilás, juega, juega y nada más. Cuando se compra revistas, son de ese juego ó de otros, tiene hasta el atlas del juego, y no se lo imaginen de tiraje pedorro, no no no, son unos libracos de puta madre que cuestan fortuna. Además de gastar su dinero en esos libros, paga por mes para jugar, ya que los juegos se actualizan anualmente o cada tanto, y entonces hay que pagar las extensiones.

Un fin de semana de Darío. Los viernes a la noche se junta con un grupo de señores (entre ellos un amigo) o argamothes, o marmotas, a jugar en línea… todos en la misma casa. Todos ellos comparten el mismo hábito excesivo y desbordante, y son capaces de jugar horas y horas... Se acuesta tipo 6 de la mañana, se levanta el sábado al medio día (reventado), hace de almorzar (es su aporte a la familia), se echa una siesta improvisada y luego larga de lleno otra vez... Los domingos suele levantarse a las 7 de la mañana y jugar 14 horas seguidas, solo corta para comer, mear y fumarse unos puchitos...

Otra cosa interesante es el nivel de concentración que alcanza Darío cuando juega. Está tan concentrado que su esposa podría llevar a los Rollings Stones a tocar al living de su casa, que él ni se entera. Y que no se te caiga una escoba al lado porque corrés el riesgo de ir en cana por suicidio. Lo de la escoba pasó una vez… y saltó asustadísimo diciendo: "casi me muero de un susto... fuiste vos o mi hombrecito se habrá asustado por un bicho nuevo?”. Y claro, como no compartir el comentario de Josefina: Te dan ganas de matarlo. Definitivamente.

Una noche, Josefina terminaba de preparar la comida y lo llamó a cenar. El contestó amablemente: "Disculpame, pero hace una hora y media que estamos esperando para la misión del grupo y empieza en 15' así que no voy a poder, coman ustedes nomás". Josefina se acercó a la computadora y vio que mientras esperaban que arrancara la misión, los jugadores reales hacían bailar a sus personajes en una especie de bar o disco virtual. La cosa es que Argamoth estaba en plena danza esperando la misión cuando Josefina, alterada por la respuesta, se dijo a sí misma y en voz alta: "pero este es pelotudo o se hace?" Agarró el micrófono y se puse a putear a toda la manga de boludos (Josefina siempre fue bastante quedada con las malas palabras, de hecho cuando lo escucha putear a Pinti le dan tremendas ganas de aprender a descargarse así). Pero esa vez entró a saquear con todo y en un francés bastante escueto, porque hacía solo un año y medio que lo practicaba. Darío se sonrojó, todos los de la red que hablaban hicieron silencio y alguien preguntó quién estaba diciendo todo eso. Otro no tuvo mejor idea que contestar que la que hablaba era "la esposa de Argamoth" y para completar el cuadro, Darío se quedó frío. El último grito de Josefina a la red y al universo fue: soy la esposa de Darío, manga de psicópatas!

Faltaba una semana para el cumpleaños de Josefina y por culpa de la frustrada misión, el clima familiar estaba bastante peor que lo habitual. Darío prometió no jugar para su cumpleaños y darle una sorpresa. Y viendo que Darío le ponía un poco de onda, Josefina aflojó. Estuvo toda la semana imaginando la sorpresa. Por lo pronto cenarían solos en la casa y los chicos dormirían en lo de sus amigos.

Llegó el sábado, pasearon con los chicos para celebrar el cumpleaños de Josefina, hicieron compras, y de regreso a la casa, dejaron a cada niño en casa de un amigo. Josefina y Darío cocinaron algo juntos y después cenaron. Ella había notado que en la semana él había entrado con unas bolsas grandes a la casa y las había escondido. Y no las revisó porque realmente estaba ansiosa por tener una sorpresa. Su marido hacía tiempo que ya no se fijaba en ella. Y pensar que había estado preparando la sorpresa, la emocionaba. La volvía a ilusionar.

Entonces terminaron de cenar, juntaron la mesa, Darío le dijo que lo esperara en la pieza que la iba a impresionar! Entonces Josefina, que se había comprado una lencería nueva para la ocasión, se quitó la ropa y en posición sensual se dispuso a esperar a su marido, Darío.

La luz estaba apagada. Desde el pasillo él preguntó: estás lista? Por supuesto, contestó ella. Y entonces se prendió la luz y entró al cuarto ARMAGOTH! Si, la sorpresa era Darío disfrazado de Armagoth! Y con cara de héroe desafiante y en posición de despegue tomó carrera y se lanzó hacia Josefina:

D/A: ACÁ ATERRIZA EN SU NAVETTE…AR GAAAAA MOOOOTH!!!!

J: sos un pe lo tuuuuuuuuuuuuuuuu doooooooooooo a cuerda!

D/A: ehhhhhhhhhh que mala onda! Mirá conseguí las alas! Dejá que te lleve a volar por el espacio… (con la misma cara de héroe desafiante)

J: espacio? Pero vos sos estúpido? Espacio es lo que hay entre vos y yo!

D/A: Josefina, ubicate, era una sorpresa, y en dos horas vienen los muchachos con sus señoras disfrazados para festejar tu cumple WoW… ponele onda!

J: Si si si, te juro que no dejás de sorprenderme! Empezá a llamarlos y deciles que la fiesta se canceló! DECILE A TODOS ESOS TARADOS QUE TE MANDÉ A LA CASA DE TU VIEJA EN LA NAVETTE, PE LO TUUU DOOO.

Qué decir de este mamerto, navo, navete… La navette, será la nave que se lleva a la colección de abducidos que han desfilado por este blog? Los 4400, qué opinás de esto? yo le hubiese seguido el juego… le hubiese abierto la ventana y le decía: a ver ARGAMOTH cómo vuela por el espacio en busca de una flor para su amada? Señalándole algún cantero cercano. Seguro que el idiota se posesionaba y se lanzaba al infinito y más allá! Que pedazo de boludo pordió! Lo bueno es que siempre, pero siempre, hay casos peores. A estos mequetrefes se tiene que llevar la navette! Las separaciones no son buenas, menos cuando hay hijos de por medio, pero pueden ser un mal menor. Acá nos tenés, Josefina! Haciéndote el aguante!

NAVEEEEEEEEEEEE
PASA Y LLEVAAAAATELOOOO!!!