A riesgo de ganarme la antipatía de muchas madres, va este post. Y si… digo ganarme la antipatía de muchas madres porque en el banquillo de los acusados hoy tenemos a una de esas madres que desde que han tenido su primer hijo han olvidado que además de pañales, caquita chirla, partos, puntos, hemorroides y pezones agrietados, existen un sin fin de temas más agradables de conversación, en particular para quienes aún no han tenido la experiencia de ser padres.
Entiendo la inevitabilidad del caso en madres primerizas, pero para todo hay un límite! No te pido hacer de cuenta que esos temas no existen, más si son el centro de tu vida… pero por qué mejor no hablar un ratito de cada cosa! Hablamos de la caquita un rato y otro rato de mi trabajo? O de mi novio? de mi perro? Por qué no de alguna noticia interesante, eh? Qué te parece? Cierto que ya ni las noticias podés ver… pero no importa, aprovechamos y yo te las cuento! y perdoname la insistencia, te pido por favor que no monopolices la charla con esos temas si entre los participantes de la conversación existen hombres y mujeres que poco tienen que ver con la experiencia de tener hijos… LOS ESPANTAS CUANDO RELATAS EL ULTIMO VOMITO DEL GORDITO! HACE FALTA ESE NIVEL DE DETALLE? Y AL QUE LE GUSTA DORMIR O TENER
Leandro tiene 32 años, es soltero, economista, trabaja de
Y así, filtrando en ZonaCitas, contactó a Dhera. Que además de muy bonita, era separada y sin hijos. Intercambiaron varios mails antes de conocerse. Ella hablaba de su trabajo, de sus viajes y su familia. Le escribía sobre sus dos hermanas, casadas y con niños, y mucho sobre Camilo, el sobrino menor, que era su ahijado. También le contó cómo fue que conoció a su ex, con el que no había llegado a casarse, y por qué se había separado luego de convivir dos años. Hablaron por teléfono alguna vez, se mensajearon yendo a dormir… en fin. Lo habitual, hasta que se conocieron personalmente, café de por medio.
La primera salida estuvo bien, hablaron sobre varios temas hasta que Dhera monopolizó la charla contando anécdotas de Camilo. Al principio las anécdotas sonaban divertidas. Siempre son divertidas las ocurrencias de los chicos, y éste era un pequeñito de poco más de dos años que parecía ser muy gracioso. Pero después de escuchar a Dhera por más de una hora hablando del niño, Leandro se agotó, y sugirió salir a caminar un poco. Y aprovechó para sacar otro tema… y lo que luego se transformaría en una pesadilla, esa noche por suerte (o no), allí quedó.
En la segunda salida pasó algo parecido. Camilo vomitaba mucho de bebé. Tenía reflujo. La caquita siempre chirla. La hermana de Dhera había sufrido mucho en el parto. Le quedaron unas cuantas hemorroides y los puntos se le infectaron. En fin… esos temas tan entretenidos… Y habiéndola escuchado decir cincuenta veces Camilo, la interrumpió. Y pasaron a otro tema. Salieron un par de veces más y la fascinación de Dhera por Camilo siempre estaba presente.
Sacando el temita Camilo, Dhera era una mujer agradable. Tanto que Leandro había decidido ir despacio. Sobre todo en lo sexual, porque algo había dicho ella que le sugirió que no iba a ser un chica fácil (de llevar al catre). Pero como realmente le interesaba, eso por el momento podía esperar. De todos modos había algo que le llamaba la atención a Leandro… que le hacía ruido… y eran las complicaciones y excusas absurdas que ponía Dhera cada vez que le proponía salir. Era muy difícil coordinar con ella, por lo cual terminaban viéndose con menor frecuencia que la que hubiera preferido él.
Una noche fueron a cenar. Leandro había elegido un lugar muy romántico, y pensó que ya había pasado el tiempo suficiente como para haberse ganado la confianza de Dhera, invitarla a su casa y que ella acepte. Y así fue. Después del rutinario discurso sobre Camilo, él tomó la palabra, con los huevos bastante hinchados ya… y le propuso ir a tomar un café, mirar una peli, y si estaba de acuerdo, se quedaba a dormir, sino la llevaría a su casa. Y Dhera aceptó la propuesta entera.
Fueron a la casa de Leandro, preparó el café, puso una peli y el ambiente se fue tornando muy romántico… y caliente. Del living pasaron a la habitación. Leandro suavemente desvistió a Dhera, se quitó la ropa él, la acarició toda, la besó… en la boca, en el cuello… hasta llegar a sus pechos. Y sintió un gustito un poco extraño cuando jugueteó con ellos… pero siguió. De pronto Dhera se puso nerviosa, lo detuvo… se sentó y confesó:
D: Hay algo que no te dije… Camilo no es mi ahijado… es mi hijito… no te lo dije antes porque no sabía si ibas a ser un buen padre para él. Pero bueno, es momento de que lo sepas… además me duelen un poco los pechos con tus mimos. Todavía lo amamanto y si succionas mucho me sale leche… quizá si lo hicieras un poco más suave…
Leandro, ATONITO, no sabía a qué pensamiento darle espacio primero. Se había chupado unas gotas de leche materna! La mina tenía un hijo! Que con más de dos años todavía tomaba la teta! Encima le estaba buscando un padre! Le había mentido como a un idiota! Y le estaba diciendo cómo chuparle una goma a una mina!!! Se le bajó la pija en menos de un segundo, OBVIO. Y encima Dhera tuvo el tupé de continuar:
D: Qué pasó, ya sé… te sorprendí? Pero por qué se te bajo? Bueeeenoooo le pasa a todo el mundooooo… es normal… vení, acercate que te la mimo…
L:
“ACERCATE QUE TE
Al menos podrías haberle evitado la pesadilla de hablar siempre de lo mismo! Y de esos temas!!! Dhera, sos una madre pesadilla víctima de pañales, caquita chirla, partos, puntos, hemorroides y pezones agrietados… la próxima vez hablale de otra cosa a un tipo! Encima, YA PASARON DOS AÑOS, querida…!
Posta, hay minas pelotudas, qué lo parió! Pobre flaco… primero me dio asquito que se mamara la leche, y después bronca la mina! Yo no sé como terminó esto porque hasta ahí llegó su mail, hasta la puteada de Leandro.
LEANDRO, terminá vos! cómo la sacaste de tu casa? la volviste a ver? Imagino que no… Dale, con el mismo seudónimo, dejanos el final en los comentarios por favor!!!
